La Policía Nacional informó ayer de la desarticulación de una organización de narcotraficantes, con 19 detenciones y con la incautación de 1.100 kilos de hachís en una vivienda de Seseña (Toledo).
El alijo, proveniente de Marruecos, fue introducido en España camuflado en dos vehículos que llegaron en ferry hasta Tarifa.
El cuerpo policial detalló que la organización disponía de viviendas y locales en Madrid, Toledo, Zaragoza y Navarra como infraestructura para el transporte y distribución del hachís. Uno de los principales puntos de venta del estupefaciente al menudeo era una tienda de golosinas de Villava (Navarra), a la que compradores y otros narcotraficantes acudían para abastecerse.
La investigación se inició en agosto de 2014, sobre una organización de narcotraficantes dedicada a introducir hachís en España. Los integrantes de la red tenían contacto directo con los productores del hachís en Marruecos, quienes procesaban campos de cultivo de marihuana para la exportación del estupefaciente a España.
Para la introducción en la Península los narcos contaban con mecánicos que desmontaban completamente vehículos y los desproveían de parte de su estructura interior para poder introducir en cada uno de ellos entre 400 y 500 kilogramos de hachís.