Cáritas resalta en un informe que la principal causa de entrada en la pobreza es el desempleo, pero "el empleo no es siempre la puerta de salida" por los salarios bajos.
l 24% de la población de la provincia de Cádiz está en situación de exclusión social, lo que supone 297.000 personas. Se trata de una realidad que sufren más de 100.000 hogares gaditanos y que afecta con especial intensidad a 136.000 personas (42.000 hogares) que se encuentran en situación de exclusión severa.
La proporción de personas que están en situación de exclusión social en la provincia es muy similar a la del resto de Andalucía y de España. Sin embargo, Cádiz se caracteriza porque sólo uno de cada cinco hogares se encuentra plenamente integrado, es decir, que no está afectado por ningún rasgo de exclusión social, mientras que en el resto de España la proporción es mayor: uno de cada tres hogares está en situación de integración.
Estos son algunos de los datos que recoge el Análisis de la realidad en la provincia de Cádiz y en la ciudad de Ceuta: acompañando en la acción, un estudio que se presentó ayer en el Obispado de Cádiz y Ceuta y, de forma simultánea, en Jerez. En el acto participaron el obispo de la diócesis, Rafael Zornoza Boy, el delegado episcopal de Cáritas Diocesana, Alfonso Gutiérrez Estudillo, y el técnico del Equipo de Estudios de Cáritas, Raúl Flores Martos, quien se encargó de exponer los resultados del Análisis. El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu Gregorio de Tejada, también estuvo presente.
Raúl Flores explicó que este informe es el resultado de un trabajo de dos años de investigación y análisis social elaborado por las cáritas diocesanas de Cádiz y Ceuta, de Asidonia-Jerez y Cáritas Española. Para realizarlo, se ha contado con la participación de más de 50 técnicos y un millar de personas que han compartido su experiencia, conocimientos o situación social.
Dijo que el Análisis que se presentó ayer constata que el riesgo de pobreza y exclusión social ha ido en aumento en la provincia de Cádiz y en la ciudad de Ceuta, y que se han incorporado nuevos perfiles sociales en las personas que han acudido a Cáritas. Destacó que esta entidad venía alertando en los últimos años sobre la difícil situación económica y social que atraviesan muchas familias en la provincia y en la ciudad autónoma, ya que los datos de atenciones de las últimas memorias de actividades revelaban el importante incremento de personas acompañadas y de recursos invertidos por las instituciones en estos territorios.
El trabajo presentado ayer permite ver, según Raúl Flores, que los principales rasgos de la exclusión social en Cádiz y Ceuta están relacionados con la pobreza, el desempleo y la vivienda. Especificó que los rasgos que mayor exclusión social generan son las condiciones de pobreza severa, que en el conjunto de Andalucía se da en una de cada diez familias (10%), una cifra elevada en comparación con Ceuta, donde afecta al 4% de las familias, y con la media de España, que es del 6%.
Señaló que el desempleo es la puerta de entrada de muchas familias a la pobreza y a la exclusión social, pero "el empleo no es siempre la puerta de salida de la exclusión social", ya que el salario que reciben no es suficiente para satisfacer las condiciones de vida mínima.
Sobre la vivienda, declaró que supone "un gasto excesivo" para muchas familias. Indicó que las dificultades frecuentes para realizar los pagos de la vivienda y suministros domésticos (como electricidad, gas o agua), así como el estado inadecuado de las viviendas y la incapacidad de afrontar los gastos de acondicionamiento por falta de recursos económicos, alcanza a casi dos de cada tres familias atendidas desde Cáritas en la provincia de Cádiz y Ceuta.
El Análisis dedica un apartado a la realidad de las personas que atiende Cáritas. Flores aseguró que se ha incrementado el número de personas a las que esta entidad ha prestado ayuda, llegando a más de 65.000 en la provincia de Cádiz y la ciudad autónoma durante el año 2013. Entre estas personas existen perfiles sociales muy diversos, pero destacó que ha aumentado el número de ciudadanos españoles, las familias con hijos, las personas ocupadas y los desempleados con poco tiempo en situación de paro. Detalló que siete de cada diez familias acogidas por Cáritas tienen hijos a su cargo, en su mayor parte menores de edad. Y en cuanto a la nacionalidad, antes atendían más o menos la misma proporción de ciudadanos españoles y extranjeros, mientras que actualmente, nueve de cada diez personas son ciudadanos de nuestro país.
Aunque la mayor parte de las personas atendidas desde Cáritas carece de empleo, cada vez son más las que tienen un trabajo (dos de cada diez) pero el salario no es suficiente para satisfacer las condiciones de vida mínima. La mayoría de ellos tienen empleos irregulares, con jornadas parciales y con una alta temporalidad. Asimismo, aproximadamente siete de cada diez familias acompañadas por Cáritas disponen de algún ingreso (prestación por desempleo, prestación o pensión no contributiva), pero la cuantía no les permite cubrir sus necesidades básicas.
El Análisis identifica también un gran porcentaje de personas desempleadas que buscan un trabajo sin éxito. La mayor parte de ellos son parados de larga o muy larga duración.
Con referencia al apoyo social recibido por los participantes en el Análisis, aumenta el apoyo familiar -gozan de él seis de cada diez personas- y de las organizaciones sociales. Se sigue contando con la colaboración de vecinos y amigos, con quienes se han potenciado los lazos de convivencia. Por contra, se ha experimentado un gran descenso del apoyo de las administraciones públicas, lo que explica que Cáritas haya tenido que reforzar en los últimos años sus servicios de apoyo para llegar a mayor número de familias y para afrontar situaciones sociales más graves. En ese sentido, Flores indicó que una de cada dos personas que llegan a Cáritas en demanda de ayuda, lo hacen sin haber recurrido antes a otros organismos o entidades.
Sobre este asunto, Alfonso Gutiérrez apuntó que harán llegar este estudio a las instituciones públicas y a los partidos políticos, ahora que se acercan las elecciones, para que conozcan la realidad de la sociedad y reflexionen porque "las administraciones son responsables y tienen la obligación de proteger el empleo, las familias y los sectores más vulnerables de la sociedad", dijo.
Volviendo a los usuarios de Cáritas, Raúl Flores destacó que además de encontrar respuesta para su situación de emergencia social, muchas personas buscan también un lugar donde poder hablar y ser escuchadas, un lugar de acompañamiento y comprensión. Las personas acompañadas valoran la ayuda recibida de Cáritas y consideran cubierta la mayor parte de las peticiones demandadas. "Existe una clara correspondencia entre las respuestas dadas y las peticiones realizadas, y viceversa, lo que hace pensar que los participantes demandan a Cáritas lo que saben que ésta ofrece".
En cuanto a la valoración de los agentes de Cáritas -tanto personas voluntarias como contratadas-, en el Análisis se constata su satisfacción por la oportunidad de poder ofrecer ayuda y ver los resultados, pero también la inquietud suscitada por que la realidad de las familias necesitadas no sea invisible y que tanto la sociedad en general como las administraciones públicas sean conscientes de la situación que afecta a estas personas; asimismo ven la necesidad de hacer algo más por ellas, dado que la ayuda que se presta desde Cáritas no siempre cubre todas sus carencias.
El Análisis concluye con una serie de propuestas para la transformación de la acción de Cáritas orientadas a la mejora del análisis de la realidad y de la intervención social; al fortalecimiento de la coordinación interna, con otras entidades sociales y con las administraciones; y a la apuesta por la comunicación y la denuncia de esta realidad a la sociedad.
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