![]() |
Foto: La Gitanilla |
No a un hombre, ni a mi padre, ni a mi hermano, ni a mi hermana, ni a mis hijas.
Empecé a amar de una manera general, me sentía como un barco que zarpa hacia alta mar sin posible retorno.
Y desde entonces, embarcaban y desembarcaban en este amor mío y en este barco todos mis compañeros y compañeras de viaje, compartiendo conmigo por un tiempo los mismos embates de las olas, las mismas resacas, el mismo sol y los mismos vientos.
Mi versión de
La cara interna del viento.
Milorad Pavic