Hoy 26 de enero de 2015 amanecemos los europeos con el titular de que en Grecia ha ganado Syriza, el partido de izquierda radical de Tsipras.
Los europeos, en los que incluyo a la totalidad del conjunto español, no habían oído casi nada de esta formación política que hoy gana las elecciones, pero con la irrupción del radicalismo en Europa, Syriza se pone de moda en el conjunto de partidos que están en contra de la austeridad económica y salta al marco de prensa tanto nacional, como internacional.
Europa tiene un problema, el problema de Europa no es nuevo precisamente, es un problema que en los años 30 vivió buena parte de Europa, que es la radicalización de los partidos políticos por una crisis económica y social jamás antes vivida y que nuevamente salta a la palestra con la crisis de 2007. Europa empieza una radicalización, en los países de la periferia europea triunfa el radicalismo de izquierdas, mientras que en los países del centro de Europa y los nórdicos el radicalismo de extrema derecha empieza a cuajar de nuevo.
El radicalismo de izquierda en la periferia europea es en contra de los recortes y la austeridad, mientras que el radicalismo de derecha en los países nórdicos es por pagar del dinero de sus bolsillos los rescates económicos de los países de la periferia.
En tiempos de crisis nacen los llamados “profetas”, esos políticos que se alimentan de las desgracias del pueblo y del malestar general, para vender una serie de medidas que si la situación económica no fuese tan dramática pasarían desapercibidos e incluso la sociedad los echaría a un lado por tener ideas que no se pueden aplicar en un marco legítimamente constitucional, porque alteran la estabilidad y los derechos que hoy por hoy nos dio el estado de bienestar.
El caso de Grecia es curioso ante todo, estamos ante un país que tiene una deuda de unos 321.000 millones de euros, o lo que es lo mismo un equivalente entorno al 176% del PIB, un país donde Syriza gana y dice que se acabó la austeridad económica, pero yo pregunto ¿qué austeridad económica han vivido los griegos? Mientras estaban en plena crisis económica la deuda griega aumentaba un 8% del PIB anualmente, mientras que el resto de países como Irlanda, Portugal y España nos apretábamos el cinturón para bajar las etapas de derroche económico. La consecuencia Griega de no querer pagar parte de su deuda es realmente hacerse el harakiri, es decir es suicidarse de manera dolorosa, lenta y agonizante.
No pagar las deudas conlleva un importante reparo, y es básicamente que si no pagas no te prestan, y si no te prestan como vas a conseguir hacer política en un país en quiebra y que si sobrevive es gracias a la solidaridad del pueblo europeo que le ha prestado a Grecia dinero del contribuyente.
El gobierno Español tiene deuda griega por valor de unos 26.000 millones de euros, dinero que sale del contribuyente español, de su propio bolsillo y que ahora parece ser que perderemos.
Explicare las consecuencias de no pagar la deuda de una manera sencilla: imagínense que mañana un ciudadano no puede pagar un cierto servicio y le pide a su vecino 50€, ambos acuerdan de que la deuda se la pagara dos días más tarde. Llega el día del pago y el vecino reclama que le devuelva los 50 €, dinero que es suyo y que le presto con el condicionante que se lo devolviese, algo lógico. Después de varios días rehuyéndole, el hombre le dice a su vecino que no le puede pagar hoy, que si es tan amable le pagara la semana que viene. Si la deuda se la devuelve la siguiente semana, el vecino será más reacio a dejarle dinero porque no sabe en qué momento le devolverá el dinero, ya que no cumplió su palabra. Pero imagínense que no se lo devuelve, ¿si usted fuese ese vecino le dejaría más dinero? Evidentemente no.
En el marco global es igual, solo que se cobran intereses, y según lo mal pagador o buen pagador que seas te dejaran el dinero a un interés menos o mayor.
Si Grecia no quiere devolver la deuda, tiene dos opciones:
1) Aumentar los impuestos a toda la población para mantener su programa de gasto público, cosa complicada porque el conjunto griego no puede soportar una subida de impuestos.
2) Pedir prestado a otros países, ya sea Rusia o China, pero ambos no dejaran el dinero gratis, esto no es caridad, simplemente es estrategia de mercado. A Rusia le interesa que Grecia salga del euro, ya que todo lo que sea una desestabilización de la zona euro es como agua de mayo para su economía.
Ahora haré un análisis de lo que significa un cambio de política para Grecia.
Imagínense que la economía griega es un paciente enfermo, el tratamiento que ha seguido Grecia es el de la austeridad entre comillas, como ya dije la deuda griega siguió creciendo cerca de un 8% del PIB anualmente, la austeridad que tan mal nos pintan, no es más que no gastar aquello que no tenemos, una familia que ingresa 1.500 € mensuales, gasta 1.500 € mensuales como mucho, no gasta 2.500€ mensuales porque es una cosa incoherente.
Con la entrada de Syriza, el médico de cabecera cambia el tratamiento y pasa de una austeridad económica a un modelo de expansión del gasto público, cosa difícil ya que Grecia vive de los rescates de la zona euro. El cambio de tratamiento en un paciente puede traer dos consecuencias: 1) Que el paciente reaccione al cambio de tratamiento de manera satisfactoria. 2) O el empeoramiento del paciente.
El cambio de tratamiento en la economía griega traerá consecuencias muy negativas, porque no se puede hacer creer a una población que se sacara un plan de cambio de modelo de la chistera que básicamente aboga por no pagar parte de las deudas y pretender que te sigan prestando y aumentar el gasto público sin decir de donde se sacara ese dinero. En los próximos meses veremos el rumbo que toma Grecia, pero ya les adelanto que Syriza cambiara otra vez su mensaje y pagara las deudas, sino quiere llevarse al pueblo griego al corralito económico y la destrucción de una economía que está al borde del precipicio.
No olviden que Grecia tiene un PIB inferior al de Andalucía y su aporte a la Unión Europea es de tan solo el 1.5%, frente a casi el 17% que aporta al PIB el estado Español, por lo que Grecia puede vivir sus últimos días dentro del euro y sin la ayuda de Europa y el FMI, Grecia tiene los días contados.
Jacinto Cabezas.