Bastantes canciones infantiles, muy conocidas antaño, fueron popularizadas por los Payasos de la Tele, nombre del grupo que se hizo famoso en los últimos años de la década de los años 70 y principios de los 80 ¿Quién, con cierta edad, no recuerda a Gaby, Fofó y Miliki? Cómo se quedó en la memoria aquella sintonía ¡Había una vez,.... Un Circo!
Historias risibles, bromas sencillas, expectantes y consabidas maniobras para hacer reír y reír, y llenar de ilusión las tiernas mentes infantiles, que se arremolinaban ante el aparato de televisión en blanco y negro... Tiempos en los que los payasos provocaban una saludable carcajada o sonrisa.
En estos tiempo inciertos, aquellos tampoco eran buenos, vuelven a la tele los Payasos. Estos son distintos, extrañamente no se pintan la cara, ni sus narices se coronan con el postizo rojo, propio
de la profesión. Eso si, salen maquillados o maquilladas, con esas “sombras” en el rostro que difuminan algo la redondez del mismo, proyectando una cierta delgadez. Quien los mira, se admira
de que estos payasos no sean cantarines, como aquellos, aunque algunos pudieran usar hasta su
nombre para rememorar las músicas de antaño.
En estos tiempo inciertos, aquellos tampoco eran buenos, vuelven a la tele los Payasos. Estos son distintos, extrañamente no se pintan la cara, ni sus narices se coronan con el postizo rojo, propio
de la profesión. Eso si, salen maquillados o maquilladas, con esas “sombras” en el rostro que difuminan algo la redondez del mismo, proyectando una cierta delgadez. Quien los mira, se admira
de que estos payasos no sean cantarines, como aquellos, aunque algunos pudieran usar hasta su
nombre para rememorar las músicas de antaño.
Quién no se acuerda de aquella pegadiza canción ¡Susanita tiene un ratón! A propósito la letra de esa canción cuenta una historia de un ratón que ¡Duerme cerca del radiador, con la almohada en los pies!. Y es que en tiempos fríos, más bien
gélidos, el que un ratón disfrute del calor de un radiador es un hecho digno de recordar, sobre todo
en bastantes centros educativos, donde el alumnado y el personal que en ellos trabaja pasa frió.
No será, por ventura, esta Susana, la Presidenta del Gobierno andaluz, ya que no sería de recibo que mientras “su ratón” pasa la vida tan ricamente, muchas niñas y niños andaluces pasen frio en sus aulas. Seguro que ella y su cohorte de Consejeras y Consejeros, ahora sí, del mismo color, pasan su vida ricamente “climatizados”, en sus despachos y coches oficiales. Un antecesor suyo, Vázquez de la Chica, que por cierto no sabemos si también tenía ratones, tildó de “frivolidad” la denuncia de estas temperaturas extremas en centros educativos, que Ignacio García, parlamentario andaluz de IU, a instancia de CGT, le hizo en el hipódromo del parlamento andaluz.
gélidos, el que un ratón disfrute del calor de un radiador es un hecho digno de recordar, sobre todo
en bastantes centros educativos, donde el alumnado y el personal que en ellos trabaja pasa frió.
No será, por ventura, esta Susana, la Presidenta del Gobierno andaluz, ya que no sería de recibo que mientras “su ratón” pasa la vida tan ricamente, muchas niñas y niños andaluces pasen frio en sus aulas. Seguro que ella y su cohorte de Consejeras y Consejeros, ahora sí, del mismo color, pasan su vida ricamente “climatizados”, en sus despachos y coches oficiales. Un antecesor suyo, Vázquez de la Chica, que por cierto no sabemos si también tenía ratones, tildó de “frivolidad” la denuncia de estas temperaturas extremas en centros educativos, que Ignacio García, parlamentario andaluz de IU, a instancia de CGT, le hizo en el hipódromo del parlamento andaluz.
Quedó en el video grabado y en el diario de sesiones anotado para la posteridad, semejante insensibilidad y menosprecio a la ciudadanía andaluza. Y es que ya se sabe que con esto de las temperaturas extremas que padecen las gentes en los centros educativos, bien a cuento aquello de ¡ande yo caliente, ríase la gente!, que es lo que posiblemente piensa más de un irresponsable político del PSOE andaluz.
Por eso cuando salen en la Tele en estos días fríos de solemnidad y aunque la liturgia siempre comienza por ¡Como están ustedes!, no queda más remedio que reírse, por no llorar. Aunque bien pensado, al fin y al cabo siguen contándole cuentos al respetable, ya que conocen, y muy bien, su oficio de Payasos.
Fdo. Rafael Fenoy Rico
Fdo. Rafael Fenoy Rico