El término oportunista es un adjetivo de una terminación, común tanto al género masculino como al femenino, que se aplica:
1. (despectivamente) a la persona que quiere aprovechar al máximo las oportunidades y que para ello no duda en anteponer su beneficio a cualquier otro principio o actitud.
2. que aprovecha hábilmente las oportunidades.
Cuando una persona no busca beneficio alguno, y lo ha hecho público, la RAE no admite que se le aplique el adjetivo de oportunista, porque no antepone nada a cualquier otro principio o actitud, así como, sí que admite, que a alguien a quien llamen hijo/a de puta, sea por ser mala persona o por ser una persona formidable. Son las cosas que tiene el castellano (a mi me encanta este idioma).
Si aprovechando la oportunidad que se le ofrece a la ciudadanía, una vez cada cuatro largos años, de poder ejercer su derecho a un sufragio pasivo, a ser elegible, no podríamos decir que la ciudadanía es oportunista porque aproveche la oportunidad del momento, pero sí podríamos decir que es una sandez el no hacerlo por no ser mentado de oportunista.
Una sandez es una necedad, es una simpleza, también puede ser un despropósito, un hecho o dicho necio: ' deja de decir sandeces y ponte a trabajar '
Confluencia, como plataforma ciudadana, intenta que las vecinas y vecinos del municipio aprovechen esa oportunidad, que se unan y confluyan para componer una lista elegible, una lista que será votada libremente por los propios vecinos y vecinas, antes de presentarla oficialmente. El único interés de Confluencia es el de decirle a la vecindad que es mentira que las vecinas y vecinos no tengan capacidad de gestionar su ayuntamiento. Es a los habitantes del municipio a quienes les compete decidir, sin miedos, que capacidad tienen o dejan de tener. Tendrán que bregar con quienes llevan décadas diciendo a la ciudadanía que son ellos, no la ciudadanía, quienes tienen esa capacidad, y tendrán aguantar a quienes les tacharán de oportunistas, porque siendo capaz el pueblo de ser gestionado por su ciudadanía, no tiene derecho a asumir esa responsabilidad y basarse en el pensamiento general que tiene la sociedad de hoy, porque la ciudadanía no tiene potestad para ese discurso, pues ese discurso ya tiene nombre y lo demás es oportunismo. Todo esto son sandeces. La decisión está en las vecinas y vecinos, y en una plataforma ciudadana tienen una herramienta.
Respecto a mi persona, seguiré intentándolo, sin ganar un céntimo ni lo quiero. Mi único interés es hacer algo más que hacer crítica desde las redes sociales. Los agravios desde el anonimato no me duelen, pero sí indignan, y mi querida madre piensa, que cuando le pitan los oídos sólo son sandeces.
Gonzalo Polo.