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DEMASIADO AMORNos hablaban tus ojos
“Frasquita”:
de diez estrellas de tus entrañas,
y hoy…
una,
como una nova,
te ilumina el camino hacia otra etapa desconocida.
Historias:
de otras historias entrañables,
que ya no reflejan ninguna en las cuatro ventanas
de cuatro oscuras pupilas
opacos cristales de una madre y una hija.
Nos escribían tus ojos sobre tu pobre vida
pobre…,
muy pobre
y muy vivida,
como una reina
sin nada…,
y con todo… “Frasquita”,
que de paje te llevaste a tu hija.
Desde la cama…
nos hablaban tus ojos,
porque tu boca
estaba cansada
como tu cuerpo,
y no podía hablar siquiera;
pero tus ojos
nos lo decían todo,
menos lo que no entendíamos
y que sí entendió María:
¡¡Tenías miedo de irte sola!!,
y por eso ella…:
cuando Dios se lo preguntó
en el trueno de un río con lágrimas enlutadas,
se ofreció
en acompañarte para siempre a los cielos.
Pudo más en una hija
el vientre de una madre
que cuatro placentas,
el amor de una vida, y el perfume
de tres rosas y tres claveles.
Erais…, como somos todos:
estrellas fugaces que arrastran
lucecitas de rubíes y diamantes,
¡aunque alguna se apague!.
A ti, tía,
un día,
Dios te llamó para que vieras
a los que en otro tiempo
y en vida
tanto te quisieron:
tus abuelos, tus padres, tus hermanas…
tu esposo
y tu lucero…
¡¡Pedro tu hijo!!.
Pero te quedaba mucho amor y volviste remendada,
reparadas tus arterias y tu corazón,
y cuando se gastó tu cuerpo
se oponía a morir tu motor,
porque aún te quedaba algo de ese amor
y moriste de vieja
¡¡No todos pueden decir lo mismo!!
Pero tu hija María ¡¡ay María…!!
¡ Cuánto amor de abuela, de hija, de madre y de esposa!
¡¡No todas las madres…, pueden decir lo mismo!!
¡ Y así ella lo ha demostrado!
¡¡Dios mío…!!
¡¡No quiso…, que su madre se fuera sola!!
Que Dios las bendiga.
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San Pablo de Buceite, 04 de marzo de 2.015
Cristóbal Moreno “El Pipeta” sobrino y primo.
Leído en Buceite.com
