Todos los ocho de marzo, se conmemora El Día de la Mujer.
Motivado por dicha conmemoración, he estimado oportuno, que mi colaboración semanal dentro de la sección “El Cortijillo”, fuese dedicado a la mujer.
Personas muy
cualificadas, inmensamente más que este modesto cuenta historias, han escrito
mucho y bien sobre la mujer, de esa forma convengo que no voy a aportar nada
nuevo al respecto , por eso solo voy a darles las gracias a la Mujer con
mayúsculas, en sus facetas como madre, esposa y amiga.
--Albergarme en
tu vientre durante nueve meses, siendo causa de muchos trastornos físicos y de
otra índole
--Por cuidarme,
desde el momento que mi concepción hasta que las fuerzas te abandonaron
--Por tus
desvelos, las malas noches que te he hecho pasar. Preocuparte cuando estaba
enfermo
--Por educarme,
tratar que fuese una persona íntegra, corregir mis errores de manera suave
--Por tratar de
tapar mis deslices, justificarme ante mi padre
--Por sufrir a
mi lado, llorar conmigo, reír conmigo
--Por dejarme
equivocarme, con tal que no me enfadase y descubriera por mí mismo mis equivocaciones.
--Por defenderme
ante viento y marea, sabiendo a ciencia cierta que había fallado
--Por tanto amor
como me has transmitido.
--Por perdonarme
mil salidas de tono, mi mal humor, por ser un poco cruel contigo.
--En resumen por
dedicarme tu vida, vida que desde el primer momento estabas dispuestas a darla
por mi persona.
A ti esposa gracias por:
--Perdonarme, el
no considerarte como un igual.
--Por soportar
mis descargas de mal humor, sin tener tú culpa alguna
--Por saber
callar y esperar que pasara la tormenta
--Por alentarme
en los malos momentos
-- Por tu
abnegación, prudencia y saber estar
--Por perdonarme
muchas, muchísimas veces, pequeñas o grandes injusticias que cometí contra ti.
--Por tus
consejos, queriendo siempre que fuese perfecto, a sabiendas que no lo conseguirías,
--Por tus
cuidados, esmeros, sacrificios
--En resumen por
dispensarme tanto amor, dando mucho a cambio de poco
A ti amiga gracias por
--Dejarme volver
cuando sin motivo alguno justificado me alejé de ti
--Por aquellos
consejos, donde me advertías de situaciones poco aconsejables
--Por consolarme
en mis fracasos amorosos de juventud
--Porque pase lo
que pase, cuando me has hecho falta te he encontrado
--En resumen por
regalarme un bien tan preciado y escaso como es la amistad
Esto es una
pequeñísima muestra de todo lo que hay que agradecerles a las mujeres. Haría
falta un espacio cien veces mayor que el que ocupa este escrito.
Solo deciros
Mujeres. ¡Vivan las madres que os parieron!
Este relato va dedicado especialmente a las Asociaciones
de mujeres del municipio. Las Palmeras,
La Jincaleta, Chiripi y Mujeres del 91.