Me
costó utilizar la red social Facebook,
pensaba que eso era para jóvenes, que
con mi cuenta de correo y mi teléfono móvil ladrillero me bastaba. Más por
curiosidad que por otra circunstancia decidí
adentrarme en el uso que no abuso de dicha red.
Estimo
que una utilización razonable, con cabeza añadiría con mucha cabeza puede resultar
beneficiosa, de no ser así puede ser muy maléfica. Gracias a esta red,
he podido contactar y tener noticias de amigos que hacía mucho que no sabía de
ellos, ganar nuevas amistades, compartir recuerdos, darle publicidad a mis
escritos y otros beneficios.
Dicho
esto, el motivo de este nuevo post es la interpretación del “Me gusta”. Debo
confesar que a veces quedo un tanto perplejo cuando debajo de ciertas publicaciones observo los mencionados me
gusta. Aparece una noticia comunicando un fallecimiento, en la parte posterior de la
noticia aparecen tres apartados, Me gusta, Comentar y Compartir. Si tecleas el
primero. Que quieres decir con ello. Qué te alegras del fallecimiento, que una lúgubre noticia puede ser causa de regocijo. Ya sabemos que
todos pasaremos por ese trance, pero que gustar como que no gusta.
Un
amigo/a publica que su estado de ánimo no es el apropiado, para ello están los
comentarios de ayuda, apoyo, pero sigo sin entender donde cabe en ese
situación el “me gusta”.
Aparecen
fotos, videos subidos por alimañas que pertenecen a la raza humana solo y exclusivamente porqué son bípedos,
tienen dos brazos y caminan erguidos, porque como seres vivientes no tienen
calificativos. Esos cafres publican imágenes con perros
ahorcados, gatos degollados, imagino que los consabidos me gusta, serán porque
cabe la posibilidad de identificar a esos indeseables, pero ni por esas.
No
están exentos de ambigüedad. Me explico, al salir publicadas noticias relacionadas con escándalos deportivos, inspecciones a
jugadores, imputaciones a presidentes de clubes y la madre del cordero esas
mismas acciones en las que estén
implicados políticos. Aquí amigos míos, los me gusta echan chispas. Conjeturo
que es porque nos alegramos que florezca la verdad. Todos estamos obligados a cumplir con las obligaciones fiscales,
jurídicas, administrativas, etc. Si algún dirigente público ha sacado los pies
del tiesto que pague por ello, se pueden considerar justificados. Ahora bien pregunto,
¿volveríamos a darle al me gusta, si fuese el presidente, el jugador del equipo
de nuestras aficiones deportivas? ¿Y si fuera el político afectado del partido
que nos simpatiza o somos militantes?
Si
no cabíamos en casa parió la abuela. La aplicación no distingue de noticias
buenas y malas, sino que a todas les designa el siguiente lema.” Sé el primero
en decir me gusta”. ¡Manda calzones!
Como
expresó muy bien don Ramón de Campoamor. En este mundo traidor, nada es verdad
ni mentira, todo es según el color del cristal
con que se mira.
Solo
pedirles cuando lean este escrito, si les ha gustado, tecleen
, si y si no también
Francisco Quirós , Pacurro
