Después de más de 35 años creen que es posible seguir con la misma, la idéntica, la inigualable receta. ¡Algo habremos aprendido! ¿O no?
Los mensajes son idénticos en cada cita electoral y al repetirse dejan de tener el menor viso de veracidad. Y es que no es fácil decir algo nuevo, ya que la única esencia de este asunto es: “que me deis el voto, y ya veremos”. Todo evoluciona y rápidamente, más aún el sistema productivo a escala planetaria, la capacidad de transacciones comerciales internacionales, los gigantescos movimientos poblacionales, los acontecimientos medioambientales, sociales, bélicos, políticos ...y siguen, estos personajes, persistiendo en que les demos poder para ellos seguir haciendo o deshaciendo
En esta ocasión vienen utilizando en sus discursos una cierta muletilla, que a fuerza de repetirse machaconamente llama la atención. En citas electorales anteriores era frecuente el uso del verbo poder en positivo: Podemos cambiar... Podemos generar... Podemos ilusionar.... En los últimos y múltiples mítines pre-electorales el verbo se utiliza, pero en negativo: "no podemos jugar ni frivolizar", “"no podemos tener un modelo anclado...”, “No podemos volver a las recetas que generaron la mayor crisis económica ni las ideas...”, y esto sólo desde el PP. A fuerza de utilizarlo, aunque sea negativamente, refuerza la percepción de quienes, hartos de los mismos mensajes, acaban cuestionándolos, y eso es lo que hace posible mirar hacia otro horizonte, donde el verbo podemos se conjuga en positivo. Así lo proyecta el último “estudio de campo”, realizado por Cadpea, (1200 “entrevistas” telefónicas en Andalucía entre el 8 y 31 de enero), donde enfatiza la “Gran simpatía a Podemos”, ya que “Aún sin conocerse programa político en Andalucía, una aplastante mayoría, el 96,6% se muestran bastante de acuerdo o muy de acuerdo con las medidas propuestas por Podemos en su programa político”.
Es preciso reconocer que los métodos utilizados por los sondeos, en ocasiones, dejan bastante que desear, ya que sería necesario establecer estudios previos sobre las muestras a utilizar, para que los datos obtenidos de una reducidísima muestra pudieran tener algún valor de proyección sobre el futuro electoral siempre incierto. Más aún cuando en ciencias sociales se vienen estudiando desde hace décadas fenómenos proféticos que por el hecho de aventurar serlos conllevan el germen de su posible realización. De esto sabe bastante la publicidad que además utiliza estrategias más que convalidadas por la experiencia. Máxime cuando los “patronos” de esos sondeos no son del todo conocidos y las empresas que los realizan dependen de organismos públicos, con un fuerte componente político, o fundaciones, como es el caso de Caja Granada.
Por su parte Susana Díaz, del PSOE, viene utilizando en esta pre-campaña, básicamente dos mensajes contra dos fuerzas políticas adversarias:
El primero, contra Podemos, y se sintetiza en el miedo a la “inestabilidad”, a que “ocultan su programa real” y peor aún a “que nos llevarían al aislamiento, al corralito y la inflación". ¿Dónde piensa la Sra presidenta que estamos económicamente hablando? ¡corralitos! ¿No es cierto que cantidad de pueblos andaluces son auténticas ratoneras? El porcentaje de personas “paradas” en España es del 31% y en Andalucía del casi 54%. Pero hay más, porque este porcentaje de “paro” en Cataluña, es del 25% y en Madrid del 22%. Este inmenso volumen de desesperanzas, el mayor de cualquier región española, no parece que se deje seducir de nuevo, después de 33 años de promesas, pro-mesas, o mesas electorales.
Para remate el segundo mensaje de la Sra. Diaz. va dirigido contra el PP, al que acusa de “ditero”, ¡Sólo eso!, y a estas alturas, cuando la Junta tiene deudas multimillonarias con entidades bancarias a un interés muy superior. Y utiliza igualmente, siguiendo la estela poco creativa de Pedro Sánchez, el recurso sistemático al ¡y tu más!, y es que ni PP ni PSOE, ambos dos, no pueden dar lecciones de ética y honradez, a pesar de que algún líder predique que está “muy limpio” ¿los demás no?
Fdo. Rafael Fenoy Rico