Se trata de una obra de gran formato de la que dice el artista que “es la esencia de un sentimiento.
El amor infinito. Así nació dragón”.
La exposición rezuma una profunda estética dentro de ese expresionismo abstracto, con concomitancias a Rothko(1903-1970) y a la Escuela de Nueva York, en el que tan a gusto se mueve el artista porque como dice el pintor “para él la pintura significa darle sentido y belleza a la abstracción” lo que, en cierto modo, lo enlaza con otro gran artista abstracto tan vinculado al Campo de Gibraltar como fue Fernando Zóbel(1924-1984) aunque Cervera realiza su obra con mimbres propios lo que añade a sus cuadros un especial carácter personal y una notable pureza de técnica y estilo.
Los cuadros de Cervera son de apariencia simple y espontánea, aunque, en nuestra opinión, están creados después de un estudio minucioso y una planificación perfecta. En el cuidado catálogo que acompaña a la exposición el artista expresa sus ideas acerca de su obra con estas palabras: “resulta difícil de explicar de una forma concreta, cual es el proceso que se da en un cuadro o que sufre un pintor cuando realiza una obra. Es un proceso de desesperación alegre, donde el trazo tiene que ser brusco y controlado, y el color una sensación total. Ningún color carece de significado. Por lo tanto en un cuadro todo tiene un porqué.” Cuando en gran parte del arte actual prima el postulado de “todo vale” es un soplo de aire fresco esta exposición de Santi Cervera donde no solo el color sino también el contenido de sus cuadros suponen un enorme esfuerzo de comunicación con el otro actor que siempre debe estar presente en toda obra de arte: el que “mira” la obra.
Como conclusión debemos decir que, por su importancia y belleza, la muestra de Santi Cervera nos conduce a esa preocupación del artista por el contacto entre la obra y el que la “mira” es decir el espectador que la ve aquilatando los detalles Se trata, en nuestra opinión, de una exposición que ningún campogibraltareño y ningún diletante del arte actual debería dejar de visitar y sobre todo “mirar”. Tras “mirar” la muestra de este artista se me agolparon los versos de Juan Ramón Jiménez: “El color me lo da todo: la alegría, la indiferencia y el dolor; por él hago y no hago se eterniza por él río o se me encoje el corazón”
Eduardo Sáenz de Varona Eduardo Sáenz de Varona es Miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareños y Doctor en Derecho
