Querido Rodrigo, el que tañía la campana de Bankia, el que era vitoreado por sus compañeros del PP al grito de RO-DRI-GO!, el que fue el mejor ministro de la econotuya: No me digas que ya estás en casa. Qué desconsiderada que es la justicia de esta Españamarca, una, grande e indivisible. En Soto del Real ya se frotaban las manos elucubrando acerca de quién sería el agraciado de compartir cama contigo y recibir el tradicional regalo del pantalón corto, y tú, que te has quedado sin la oportunidad de ser el otro héroe del módulo 4, que te has quedado sin disfrutar de la habitación con vistas al patio.
He oído que MariAno se ha quedado a medias al enviarte el mensaje y sólo tuvo tiempo de escribir: Rodri, se fue... Esto no se le hace a alguien que gastó tanto con sus tarjetas black. Imagino que la familia estará disgustada, pues no pudiste seguir los pasos de tu padre. Ánimo, no pierdas la fe, puede que te hayan dado un poco más de tiempo para regalarnos una peineta.
PD: Lo cierto es que MariAno no terminó su SMS por la celeridad del regreso a casa de R.R., sino porque se puso a leer el Marca y cuando quiso retomar el mensaje, ya no entendía su propia letra.
