IIº Reencuentro de los clubs de Jimena... por Ignacio Trillo.


El próximo sábado día 30Hubo un tiempo en que Jimena de la Frontera se hallaba en transición, pero en aquel entonces entre la postguerra y el atisbo a la modernidad. Aún se presentada y además sus gentes coexistían inmersos en el blanco y negro, como los flamantes televisores que, empezando por el de María de San Pablo, entraban por primera vez en las repisas de los bares y en los comedores de las casas. Igualmente, se habían abierto las puertas de la costa al turismo internacional, también en Jimena a la sangría emigratoria para ganarse el pan con el sudor de la frente en otras tierras extrañas y lejanas, comenzando a ir a menos la población activa campera del pueblo.


El cura Luis Alegre en borriquito a la altura de la fachada del cine Capitol en calle Sevilla
No obstante, los paisanos hacían pinitos por asomarse a un escenario multicolor, semejante al que había aparecido en la pantalla de Cinemascope de la sala Capítol de Antonio Ramos, único escaparate existente con el que se veía cómo era el mundo, más allá de los folletines radiofónicos de lacrimógenos efectos colaterales en los pómulos de nuestras madres. A falta de películas de destapes que fueran calificadas 4R, gravemente peligrosas, por la censura eclesiástica, hacían furor las cintas americanas del Oeste, o de vida fantástica con cochazos, bellezas y lujos por doquier con que aparentaba que vivían en ese millonario continente otras privilegiadas gentes que, en la parte norte de su geografía, gozaban de tanto progreso, felicidad y hasta de pecaminosas mujeres rubias, como Marilyn Monroe.


La película, “La Bella Americana”, que impactaría entre la adolescencia de Jimena por la imagen que proyectaba sobre lo maravillosamente bien que se vivía en Estados Unidos, cuando la película resultaba que era francesa
También para entonces y ya en verano se empezaban a ver los domingos por la mañana a algunos jimenatos en la playa de El Rinconcillo, dispuestos a ponerse la piel colorá como un pimiento rojo por los rayos del sol, e incluso los solterones, mayores que nosotros, osaban ir con destino a las playas de Manilva o Tarifa a observar desde la distancia a las descocadas suecas que empezaban a aflorar en bikinis.


Actuación sobre el escenario de los “Beatles de Jimena” en la fiesta fin del curso escolar 1965/66 celebrado en lo que fue el Cine Capitol. De derecha a izquierda y de delante a atrás: Juan Carlos Gómez, Miguel Ángel Trillo, José Luis Luque, Teodoro Zar, José María Macías (fallecido), Fernando Carrión (fallecido), Juan Ignacio Trillo José Antonio Esquivel, Juan Parra, Pascual Ríos y Antonio Sabau. Foto: I. Trillo
Coincidía esa época con el transcurrir de la mitad de la década musical prodigiosa de los años sesenta, y las canciones con nuevos ritmos, a falta de otros escapes, irrumpieron entre la adolescencia con un arrebato e ímpetu desconocidos con anterioridad.


Miembros de los Clubes Boys Scouts y Los Soñadores. De derecha a izquierda, de pie: Fernando Vargas, Ángel Quirós, Gabriel Meléndez, Juan Carlos Gómez, José Luis Luque, Francisco Gutiérrez Ordoñez, Ernesto Meléndez, Padre Martín Bueno, Manolo Barranco, Manolo Gavilán, José Antonio Esquivel, Manuel Pajares, Juan Antonio Gómez y Alfonso Sánchez. Agachados: Sebastián Jiménez, Miguel Trillo, Juan Parra, Antonio Sabau y Juan Ignacio Trillo.
En ese ambiente, ocurrió que unos muchachitos quinceañeros, en aquel momento la mayoría de edad estaba en 21 años, contribuyeron decisivamente a dar un gran salto generacional, rompiendo moldes al amparo de la creación de dos clubes juveniles: “Los Boys Scouts” y “Los Soñadores”, bajo el favor parroquial pero sin dogmáticas injerencias místicas ni de catequesis.


Actuación de Los Boys Scouts imitando a Los Beatles de Jimena en la Estación con el objeto de recaudar dinero para pagar las letras del picú. A pie de carretera, entre el paso a nivel con barreras del tren y el barrio de Michigán. En columna de derecha a izquierda y de delante hacia atrás: Juan Carlos Gómez, Teodoro Zar, Juan Parra, Antonio Sabau, José María Macías (fallecido), Fernando Carrión (el del bombo, fallecido), Miguel Ángel Trillo (mi hermano aún con pantalones cortos), José Antonio Esquivel, Gerardo Esquivel (primos hermanos del ya célebre cantante granadino, Miguel Ríos), J. Ignacio Trillo (el único con laud) y detrás, José Luis Luque. (Foto de J. I. Trillo)
Tuvimos, como elementos comunes que nos cohesionó: el compañerismo, la gastronomía sobre un mismo mantel de hule o papel, y sobre todo la música con el moderno y revolucionario picú, la nueva tecnología milagrosa de entonces que, con discos comerciales de vinilo o de plásticos publicitarios de detergentes o bebidas refrescantes, había sustituido con nítido y mejor sonido a la gramola y a los pesados redondeles de pizarra con el sello del perro de la voz de su amo.


Chicas ye-ye de Jimena: Pili, Amelia Carrasco, Irene Muñoz (fallecida), Adelaida Cuenca, Eloisa Castilla, Irene Durán, Cristina Pérez, Laura Rubia y Antoñita Canto.
Y de fondo para esa cohesión juvenil, las atrayentes relaciones con las niñas de nuestra edad, fijando la atención y vacilando con los nuevos atuendos textiles que vestíamos, minifalderas en el caso de ellas, o, en plan bisex, anchos pantalones como tubos de Uralita acabados a la altura del tobillo en campanas, recorriendo como pasarelas las cuestas de las calles jimenatas, y coronada la nueva estética en nuestras testas con melenas planchadas que alisaban arrobas de pelos que dejábamos alcanzar los hombros, nada de las coletas de hoy, cuando no, patillas al estilo bandolero y en algunos casos poblados bigotes caídos sobre los extremos de las comisuras labiales; todo exigible por la moda ye-ye imperante, al que le acompasada el trasfondo músico-mítico de la “beatlemanía”, que tanto escándalo, vergüenza y enfado causaban en nuestras comedidas y correctas familias.


Bailando el twist: Arriba, de izquierda a derecha: Felipe Pajares, al que no se le ve la cabeza. Juan Carlos Gómez, Alfonso Sánchez, José María Macías (fallecido), Miguel Ángel Gómez que entresaca solo la cabeza, Fernando Carrión. (fallecido) Abajo José Luis Luque y Chari Cárdenas.
Los acelerados bailes con los dinámicos “twists”, que tenían su precedente en el “rock and roll” anglosajón, hacían estragos en nuestras pistas de bailes improvisadas que llamábamos guateques. Sin trances de interrupciones, eran alternados por la música romántica bailada en la intimidad de pareja, que bajo la blanca palidez de una linda y frágil figura femenina en desarrollo, a la que le latía excesivamente el corazón, nerviosa y disimulando emociones, cuando la tenue luz era obligada para crear ambiente, de cara a que hecha una piña, moverse lentamente sin salirse del mismo ladrillo o loseta donde empezara la pieza musical, fuera de Salvatore Adamo o de Matt Monro, y con ello pretendiendo ese trabajado contacto físico entre los dos sexos distintos que entonces era lo únicamente complementario y correcto para el amor.


Bailando lento: En primer plano y en el centro, José María Macías (fallecido) y Charo Sabau. A su izquierda, Pedro Rubia e Irene Muñoz, al fondo Javier Vargas-Machuca, y en el primer plano a la derecha y de espaldas, Tobi Castilla.
El baile, en tan puritana época, era considerado como el único lugar en público donde un hombre toca, magrea o abraza a una mujer pasando los dos desapercibidos. En la calle realizarlo hubiera sido impensable. Asimismo, como respuesta, los lozanos aspirantes a convertirnos pronto en varones mayores teníamos que acostumbrarnos a sufrir en el pecho o en las costillas las durezas de los codos de las candidatas resistentes a que se produjera un excesivo acercamiento que elevara algunos centígrados la temperatura ambiental y corporal. La represión entonces era brutal, y las válvulas o técnicas de escapes que se empleaban resultarían inenarrables.


De izquierda a derecha. Fila de arriba: Irene Muñoz, José María Macías (fallecido), Sebastián Jiménez, Laura Rubia, Juan Parra, José Antonio Esquivel, Debajo de Irene: Antonio Sabau, Siguiente fila: Martín Cano, Eloisa Castilla, Antonio Muñoz, Irene Muñoz, (ambos hermanos fallecidos) Cristina Pérez, Antonia Cantos, Juan Carlos Gómez, Agachados, Miguel Trillo, ¿?,¿?
Hoy esta historia, protagonizada por aquellos menores de edad, algunos aún imberbes, para los que no la vivieron, puede resultarles simple y fuera de cualquier excepcionalidad, típica de la época. Sin embargo, no fue así.


Integrantes de Los Soñadores disfrazados en Navidad. Desconocido, Juan Gómez, José Luis Valdevieso, Francisco Cano, Gabriel Meléndez, Diego Sánchez, Manuel Barranco, etc
Partíamos de oscuras y primarias sombras. Así, dejamos, como había sido tradicional hasta entonces, de rivalizar, a pedrada limpia, entre un separado, social y políticamente, barrio arriba y barrio abajo, o viceversa ¿Quién de aquella generación, aún más en las anteriores, no tiene una pitera en la cabeza, en la frente o en la pierna, producto de esas rudimentarias y salvajadas contiendas desarrolladas con citas previas en los alrededores del pueblo en las que ambos barrios se enzarzaban en bélicas batallas? Hasta aquel instante, las peleas, las hondas hechas de sogas, desde donde se lanzaban las chinas o los pedruscos, o las flechas con rudimentarios arcos, no podían faltar, y en el cuerpo a cuerpo las patadas en las espinillas o los puñetazos al aire libre y a las rostros de los contendientes, en esa hostilidad de enemistad manifiesta entre ambos grupos sociales que tenían el lugar geográfico de nacimiento, más a lo alto o mas debajo de las cuatro esquinas del bar España, como origen identitario.


Comida de confraternización de los clubes Boys Scouts y Los Soñadores. De izquierda a derecha del lector: Ángel Quirós, Juan Ignacio Trillo en el centro partiendo un filete de carne, mientras Gabriel Menéndez, también sentado, habla con José Luis Jiménez Valdivieso de “Los Soñadores” que se encuentra de pie a su espalda y al fondo sentado Manuel Pajares. Fernando Vargas aparece en primer plano a la derecha de perfil.
Por el contrario, todo cambió una vez puestos en marcha ambos clubes. Se empezó a competir inicialmente cada uno por su lado pero de forma pacífica para la organización de excursiones, cacerías con trampas o escopetillas de plomo, comidas, fiestas y bailes, hasta dar el siguiente paso encaminado a la confraternización.


Imitación del grupo musical “Los Bravos”, con guitarras hechas con el corcho que se caía de los camiones que lo transportaban y la batería era un gran lebrillo metálico). Entre los cinco componente, figuran José María Macías y Fernando Carrión (primero y cuarto por la derecha), desgraciadamente fallecidos, que son acompañados por Alfonso Sánchez a la batería, Ernesto Meléndez como cantante y Felipe Pajares con el bajo y Cristina Pérez bailando.
En aquellos momentos representaron estos cambios una gesta. Esos pequeños pasos, en los jóvenes de hoy que no conocieron aquella sociedad tan cerrada, les sería imposible interpretarlos, sin embargo constituyeron auténticas epopeyas de rebeldía en un entorno tremendamente hostil para la mezcolanza social, la mudanza, la innovación o la asunción de nuevas modas o gustos musicales. Todo lo anterior que ya era obsoleto, como pelar la pava separado por una reja entre noviazgos, se nos presentaba para que lo reprodujéramos sin modificación alguna, con el mensaje de que había sido de idéntica forma durante siglos.


Algunas de nuestras musas. De izquierda a derecha. De pie: Eloisa, Olimpia, Clara María, Antoñita, Cristina, María José, Sentadas: Chari, Irene, Amalia, Laura, ¿? y Adelaida
En esta línea, nuestra irrupción generacional, encarnaba más que un síntoma de que estábamos zarandeando los pétreos cimientos de una comunidad tremendamente conservadora, fuera cuales fuera la ideología mamada o el bando que le hubiera tocado nacer, que estuvo instalada anteriormente en la rutina milenaria, a la vez que fuimos levantando tremendas ampollas en el seno de familias que nos habían educado en ese `apartheid´ y en la resignación de que nada podía o debía cambiar.


Actuación musical en el cine Capitol. 1968
Tampoco nuestros mayores eran conscientes de que la nueva cultura igualitaria y musical que se estaba implantando entre la juventud de Jimena, estaba a nivel de los fenómenos que igualmente se daban en Europa, continente del que no se sentían copartícipes y que lo veían como si se encontrara a años luz de distancia, sobre todo entre la mocedad angloamericana, y que más temprano que tarde, estaba siendo asumida por estos chavalillos de tan serrano pueblo, situado al sur del sur de un mundo que entonces acababa en Los Pirineos.


Picú o tocadisco que nos proveimos para dar un salto en nuestra organización, la nueva tecnología de entonces
Cómo olvidar aquí la enorme ayuda que nos significó radio Gibraltar a la hora de ver la vida internacional y la música de otra manera. Sin rival que lo emulara, Jimena fue, con aquellos chavales, y hasta varios años después, esa adelantada de una modernidad que por el contrario no calaría ni se extendería a los demás pueblos colindantes de la serranía de Cádiz y de Málaga.


A los obreros de primera hornada de emigrantes con destino a la emigración, le siguieron otros, con pintas de ye-ye, como José Quini, Antonio Gavilán, Gabriel Meléndez, presidente del club de Los Soñadores, Antonio Melendez, Manuel Pros, que aparecen en esta foto en Alemania


Ante la carencia de Instituto de Enseñanza Media en Jimena, tuve que marchar a Madrid, de donde data ya esta foto, a hacer el bachiller superior, así que realicé el relevo en la presidencia del Club. Aquí con 16 años.
Más tarde, la emigración laboral por falta de trabajo y de expectativas de futuro para la mano de obra juvenil, cualificada o no, o la diáspora estudiantil, en Jimena no se podía estudiar más allá de la reválida de cuarto de bachiller ante la carencia de Instituto e incluso de cuadro de maestros que prepararan a alumnos que luego se examinaran por libre en Algeciras, hizo, ante tal vaciamiento de gente joven, languidecer hasta llegar a desaparecer esos dos clubes, hasta entonces espacios social y lúdicamente plenos de frenética actividad, todo ello coincidiendo con una fuerte baja de la demografía del pueblo de la que no se recuperaría hasta más de veinte años después.


47 años después de la creación de los dos clubes, citados en la fiesta de San Pablo de Buceite (23.08.2014), Gabriel Menéndez, Manuel Gavilán, Ángel Quirós y el que escribe, preparamos el reencuentro histórico.
Pues bien, pasado casi medio siglo de aquello, con gran éxito de convocatoria, setenta y cinco jimenatos, ya un poco más estropeados y arrugados que entonces, pero con las mismas ganar e ilusión sobre todo de compartir historias del pasado y del presente y saber de los recorridos que fueron de cada uno y cada una de aquel tiempo, se produjo el esperado y ansiado reencuentro, procediendo de los distintos orígenes y destinos y de las diversas faenas laborales o jubilares, con o sin la pre delante, que nos tienen actualmente ocupados, para volvernos a ver y compartir un día inolvidable junto a los que siempre residenciaron o acabaron retornando nuevamente a Jimena.


Tarta conmemorativa del Reencuentro
No podía ser otro jornada cualquiera que el pasado doce de Octubre del 2014, donde antiguamente se exaltaba la festividad como día de la Raza, en conmemoración al descubrimiento de América por las huestes del Reino de Castilla, así como por su colonización de tan salvaje tierra para la salvación divina de las almas de aquellos pobres indios que hasta entonces no conocían al Dios de los católicos.


Dando la bienvenida y exponiendo la historia de ese reencuentro
En nuestro caso, el encuentro no era de una raza superior ni para salvar a nadie, sino la de una espécimen generacional muy especial de jimenatos que antaño y por primera vez hicieron tabla rasa de cuestas, de pendientes y geografías callejeras o fronterizas esquinas, como orígenes de cuna, para fundir el barrio de arriba con el de abajo y viceversa, a la vez que para romper ancestrales prejuicios y también superar reales diferencias sociales de cara a emprender caminos de convivencia pacífica compartiendo las parcelas de vidas en común que nos podían unir.


Reencuentro de los dos Clubes en Jimena, casi medio siglo después. 12 de Octubre 2014.
Y ese reencuentro no solo resultó un éxito sino que además supo a poco. (en fotos: https://www.youtube.com/watch?v=GHHQE_hCV8g&feature=em-share_video_user y en video: https://www.youtube.com/watch?t=674&v=W82roQCEZ_s preparados magistralmente por Gabriel Menéndez)
Por ello, el próximo sábado, treinta de mayo, a partir de las doce de la mañana, en tardía primavera pero antes de que llegue el día cuarenta y el calor nos haga quitar el sayo para emprender temporal camino de asuetos, playeros o vacacionales, esperando esta vez que la lluvia intermitente del pasado día otoñal no aparezca, nos volveremos a ver en el mismo sitio de cruce -entre Jimena, La Estación y San Pablo, gracias de nuevo a la generosa acogida de Manolo Gavilán, en el desahogado espacio que posee- para compartir abrazos, emociones, gastronomía, charloteos, y… también música, sobre todo buena armonía de revival, y hasta en directo, tal vez lo que se echó en falta en la anterior cita.


Algunos integrantes del Club Los Soñadores, medio siglo después, con José Luís Luque y Dolores Aguilar. Octubre 2014
En consecuencia, que estamos convocados de nuevo, y que para reforzar, fortalecer y estrechar el nuevo reencuentro, vamos a contar con la esplendidez del jimenato grupo musical OBA, que nos va a extasiar con las versiones musicales partiendo de aquel ayer, para catapultarnos en su recorrido pentagrámico desde esa época sesentona al cancionero de hoy. Y en esta ocasión, tampoco hay ninguna excusa para que alguien pudiera faltar.
Así pues, hasta pronto. Nos vemos.
Convocantes. Por “Los Boys Scouts”: Juan Ignacio Trillo Huertas. Por “Los Soñadores”: Gabriel Meléndez Duarte


Las chicas de ayer y de hoy, asiduas al Club de Los Boys Scouts. Reencuentro Octubre 2014
Ignacio Trillo

26 de mayo de 2015
comentarios gestionados con Disqus

El Rincón de...

El Rincón de Contreras El Rincón de María El Rincón de Calvente El Rincón de Isidoro El Rincón de Gabriel El Rincón de Lupe El Rincón de Doncel El Rincón de Paqui
Comentarios recientes
TJD RECOMIENDA