Hacía varios años que no acudía a dicha celebración, este año si lo he realizado de una manera discreta y pasiva.
Antes de nada mi reconocimiento para la Junta de Festejos, muy reducida en cuanto al número de componentes, que han hecho lo que han podido y más, para los trabajadores de la ELA que como viene siendo habitual no escatiman esfuerzos no solo en la Feria sino en cualquier otro evento donde su participación es necesaria.
Dicho esto, con el debido respeto creo que a nuestra Feria hay que cambiarle la cara, lo digo de una manera constructiva sin ánimo de criticar a nadie, entre otras cosas porque no he estado dentro del meollo de la organización, ignoro el presupuesto, los medios, los problemas con los que ha contado la ELA para su organización.
La cabalgata del jueves, esplendorosa, impropia de una localidad pequeña como la nuestra, pero gracias a la iniciativa de los particulares, ni una modesta charanga la amenizó, creo que no una charanga, sino también una banda de música hubiese sido el colofón perfecto para tan extraordinario desfile.
La caseta municipal se merecía otro tipo de orquesta, mi consideración para la orquesta que actuó en la Feria de 2015, pero no era la idónea. Hace falta una con más enjundia, a ser posible sin música enlatada. Un buen grupo u orquesta es clave para que funcione la citada caseta, alegrará, divertirá y tendrá poder de convocatoria. Por cierto sería cuestión que se estudiase si la actual ubicación es la mejor o no.
La procesión de Corpus es una tradición centenaria en nuestro pueblo, casi siempre ha ido acompañada de música este año no ha sido así. Menos mal que el Coro Las Palmeras estuvo al quite, pero no es lo mismo, sin desmerecer al Coro, que lo hizo de manera sobresaliente.
Nuestra feria ha sido durante muchos años un referente, cosechando éxito tras éxito y de unos años acá viene cayendo lentamente, espero que el nuevo equipo de gobierno que se constituirá el sábado 13 de junio, tome buena nota y trate de relanzarla. Pero ojo al dato como diría José María García, si lo fue, es porque se constituyeron unas excelentes juntas de festejos, de tesorilleros que se olvidaron de la política y que junto con los mandatarios municipales trabajaron duro de una manera anónima con el solo deseo de hacer un bien para Tesorillo. No nos engañemos, la ELA por sí sola no tiene capacidad para organizar una Feria como las de antaño, para ello necesita la colaboración de todos o casi todos.
Así que cada cual haga examen de conciencia, hay que predicar menos y dar mas trigo.
No se trata de repetir aquellas de los años 70, 80, con grandes actuaciones, esos tiempos son muy difíciles que vuelvan, lo que se trata es un mínimo de exigencia, una feria participativa, recuperar concursos, una caseta donde tengan cabida todo tipo de público, con una música adecuada, preparada con la suficiente antelación, todo ello pasa por una buena organización que cuente con el capital humano suficiente, tres o cuatro personas no pueden con todo, es prácticamente imposible. Repito y reitero para nada quiero menoscabar el trabajo tanto del equipo gobierno saliente de la ELA como de la comisión de festejos, por cierto es de justicia reconocer que las atracciones tuvieron un precio asequible, seguro que los padres supieron agradecerlo. Se trata de dar un paso adelante y mejorar lo mejorable, a fuerza de ser pesado, eso es misión de todos, del equipo de gobierno y del resto del vecindario.
La Feria no entiende de política, es goce, diversión, alegría y por supuesto de todos sin excepción.
Pacurro
