Garzón critica en los cursos de verano de San Roque que la reforma de la justicia universal genera impunidad


El jurista insiste en el papel del derecho para la reparación de las víctimas Considera injusta su inhabilitación e insiste en que repetiría tal cual la instrucción de la trama GürtelEl jurista Baltasar Garzón considera que las reformas legislativas del Gobierno como la relativa a la justicia universal o la más reciente de seguridad ciudadana perjudican a la sociedad porque generan impunidad para los responsables de los delitos e indefensión entre las víctimas. Garzón, que acudió ayer hasta San Roque para participar en la trigésimo quinta edición del Curso de Verano de la UCA, defendió su acción al frente de casos como la trama Gürtel o decisiones históricas como el auto de detención contra el dictador chileno Augusto Pinochet en Londres porque, sostuvo, la labor de un juez se basa en utilizar el derecho para reparar a las víctimas; sea quienes fueren, estén donde estén.

Garzón disertó y reflexionó sobre su propia carrera judicial bajo el título "Pasado, presente y futuro de la jurisdicción universal en España". Y lo hizo sin notas sobre la mesa, intercalando pensamientos aderezados con las múltiples anécdotas de más de 30 años de carrera judicial con final forzoso: la inhabilitación a once años dictada por el Tribunal Supremo y con la que también discrepó por estimarla injusta.

Garzón fue presentado por el alcalde sanroqueño, Juan Carlos Ruiz Boix, quien mostró su satisfacción por la presencia del exmagistrado en la localidad. Una impresión que también manifestaron los responsables de la Universidad de Cádiz (UCA) presentes en la mesa, como la delegada del rector para el Campus Bahía de Algeciras, Inmaculada Santiago.

Tras apuntar que hace 27 años estuvo en San Roque como inspector de tribunales, Garzón comenzó vinculando la justicia a los derechos humanos para introducir al auditorio en su ponencia. El experto defendió que existe una paradoja en torno a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, puesto que es el único mecanismo de consenso internacional existente y, sin embargo, carece de transposición al ordenamiento jurídico. Esto es, existe impunidad según determinados puntos del planeta pese a la vocación internacional y universal de la justicia.

Mayor impunidad, agregó, se encuentra aún en el plano económico, lo que le llevó a reflexionar sobre la crisis griega. Garzón propuso sancionar a los bancos que reciben la fuga masiva de capitales en la que se encuentra inmerso el país heleno porque, sostuvo, afecta masivamente a la población. "Las grandes estructuras económicas no tienen una estructura jurídica que valga como instrumento de sanción", criticó.

A su vez, Garzón añadió que el concepto de justicia universal se ve constantemente cuestionado con ejemplos como la matanza de Srebrenica, dado que veinte años después -la conmemoración tuvo lugar hace apenas unos días- aún se discute sobre si estos hechos deben ser o no considerados genocidio. "Nunca se pregunta a las víctimas", dijo.

Tras estas primeras reflexiones introductorias, el ponente abordó la situación de la justicia universal en España, que consideró inexistente con la reforma de 2014. "En su momento se dijo que no era tan grave, porque afectaba a un solo caso. Se demuestra así la poca idea o frivolidad con la que se habla. Deshacer los mecanismos de protección cierra las puertas a la justicia y fomenta la impunidad. Y la impunidad es una gran aliada de la corrupción", comentó. "Ahora mismo, si el Chapo Guzmán viene a España no le podemos tocar porque no ha cometido delitos en nuestro país. Poco menos que podremos decirle que se eche crema si está en la playa", ironizó para ejemplificar las consecuencias de la reforma legislativa.

La Ley de Seguridad Ciudadana tampoco escapó de las consideraciones del exmagistrado de la Audiencia Nacional. Para Garzón, que reunirse en determinados lugares (como el Congreso) sea ahora considerado delito no puede ser positivo. "No hay que reprimir, sino confrontar", sugirió, y puso como ejemplo cuando en una conferencia sufrió un escrache de independentistas próximos a ETA y les invitó a hablar desde el estrado.

Además, Garzón reconoció que volvería a dar los mismos pasos en las causas que provocaron su expulsión de la judicatura. "No me siento culpable de nada. Las causas de la Gürtel y de la Memoria Histórica las haría de nuevo paso por paso, prueba por prueba. Es muy difícil condenar a un juez por interpretar una ley. Me puedo equivocar, pero para eso están los recursos. Se me condenó por un delito que no existió, que no está acreditado. Mi sucesor en la causa siguió mis pasos", concluyó.
Leído en Europa Sur.

16 de julio de 2015
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