 |
| Foto: TJD |
Una auditoría, mejorar la limpieza y la transparencia, primeros objetivos
Las elecciones municipales del pasado 24 de mayo trajeron un cambio de signo político a la Entidad Local Autónoma (ELA) de San Martín del Tesorillo. Izquierda Unida y su candidato, Jesús Fernández Rey, rompieron con 12 años de hegemonía del Partido Popular al cosechar 425 votos en los comicios y encumbrarse como la fuerza política más votada. Fernández tomó hace hoy justo un mes el relevo a Belén Jarillo, quien a su vez se despidió de la vida política activa como consecuencia de una inhabilitación judicial de ocho años.
Nacido en La Coruña y afincado en Tesorillo desde hace 35 años, Fernández cuenta con un equipo de gobierno formado por sólo dos personas, él mismo y la vocal Margarita Fernández. Ya se han comprometido a hacer públicas sus nóminas, con un sueldo líquido de 1.500 euros al mes para el presidente y una cantidad similar para la vocal, que ejercerá además como tesorera. "Hay que hacer el trabajo, pero también demostrarlo", resume Fernández sobre la dedicación a la entidad que cuantifica en muchas horas de trabajo en este primer mes frente a una presencia más testimonial de sus precedentes. "La verdad, no sé cómo lo hacían. O si hacían", cuestiona.
Y es que Fernández estima que hay mucho que cambiar en Tesorillo, desterrar muchos hábitos del pasado "como se espera un pueblo que votó cambio". Las principales medidas impulsadas en este mes han sido la puesta en marcha de un plan de choque de limpieza, el encargo de una auditoría de cuentas interna y la mejora de la transparencia haciendo de los plenos un foro donde los vecinos puedan asistir, ya que se celebrarán por las tardes y con turnos de ruegos y preguntas para los tesorilleros. Los cambios llegan incluso al tratamiento. Fernández pide expresamente que se le considere como presidente de la entidad local, al contrario que su predecesora, prefería ser llamada alcaldesa.
Sobre la limpieza, el presidente de la ELA destaca que el personal carecía de un plan de trabajo y funciones claras. "Los propios operarios decidían qué zonas limpiar, sin que existiera una dirección del trabajo. Algo impensable porque todas las calles y zonas merecen un tratamiento similar. Ya hemos emprendido un plan de choque para ponernos al día ante la dejadez de algunas zonas. También se ha actuado contra las cucarachas con Argcisa", apostilla.
En cuanto a las cuentas, Fernández apunta que la auditoría aclarará la situación exacta del erario, donde las principales deudas son con proveedores. "¿Cuánto debemos? Lo sabremos en poco tiempo y, por supuesto, lo haremos público", adelanta el presidente de la ELA, quien sostiene que encargar una auditoría externa carece de sentido puesto que debe ser la misma secretaria de la entidad la que aporte los datos. Mejorar la seguridad es otra de las aspiraciones del nuevo gobierno. "Queremos cambiarlo todo. Hay que cambiar casi todo. Nos hemos encontrado un pueblo con mucho desgaste", dice.
San Martín del Tesorillo goza de unas altas cotas de autogobierno que contrastan con la dependencia económica de la matriz jimenata. Las transferencias y la asignación de fondos han sido un tema de debate recurrente y agrio durante periodos corporativos anteriores entre PP y PSOE, e incluso durante el mandato recién finalizado donde la presupuesta sintonía entre dos gobiernos del mismo signo (PP) quedó en nada. "Nosotros aspiramos a reconducir las relaciones con el municipio de Jimena. Si se nos transfiere lo que nos corresponde no debe haber fricción política de ninguna clase", apunta Fernández. Hace apenas unos días, los representantes socialistas jimenatos ya mantuvieron el primer encuentro de cortesía con el gobierno tesorillero y enviaron el mismo mensaje: cordialidad y colaboración institucional por encima de todo. Algo impensable no demasiado tiempo atrás.
No obstante, los cambios no llegarán a la principal aspiración de los partidos políticos de San Martín del Tesorillo: la independencia de Jimena. El PP inició hace años el expediente de segregación que se encuentra muy avanzado, si bien la celebración de las elecciones autonómicas en Andalucía dejó el asunto un tanto parado. "Todos los grupos políticos tenemos la independencia como una prioridad. Sabemos que el expediente está en la recta final y que vamos a ser el próximo municipio del Campo de Gibraltar", augura.
"No tiene por qué haber impedimentos. Podemos ser independientes. No hay marcha atrás", destaca el presidente de la ELA que, de producirse una segregación, pasaría inmediatamente a ser considerado el alcalde de la junta provisional de Tesorillo, el órgano puente entre la ELA y el Ayuntamiento resultante de unas elecciones municipales. Todo apunta a que la segregación se producirá en este mandato.
Para Tesorillo, la independencia supondría tener acceso directo al cobro de impuestos, así como a la gestión de dichos fondos sin necesidad de esperar la transferencia jimenata. "Nos daría mucha más libertad para decidir en qué invertir, en qué gastar el dinero de los ciudadanos sobre la imposición de otros", destaca el presidente de la ELA, quien apunta que el municipio también recibiría directamente transferencias del Estado. "Quizás una de estas mañanas nos encontramos en el BOJA que ya somos un municipio independiente. Ganaríamos todos los vecinos y ganaría la gestión", concluye.
Nacido en La Coruña y afincado en Tesorillo desde hace 35 años, Fernández cuenta con un equipo de gobierno formado por sólo dos personas, él mismo y la vocal Margarita Fernández. Ya se han comprometido a hacer públicas sus nóminas, con un sueldo líquido de 1.500 euros al mes para el presidente y una cantidad similar para la vocal, que ejercerá además como tesorera. "Hay que hacer el trabajo, pero también demostrarlo", resume Fernández sobre la dedicación a la entidad que cuantifica en muchas horas de trabajo en este primer mes frente a una presencia más testimonial de sus precedentes. "La verdad, no sé cómo lo hacían. O si hacían", cuestiona.
Y es que Fernández estima que hay mucho que cambiar en Tesorillo, desterrar muchos hábitos del pasado "como se espera un pueblo que votó cambio". Las principales medidas impulsadas en este mes han sido la puesta en marcha de un plan de choque de limpieza, el encargo de una auditoría de cuentas interna y la mejora de la transparencia haciendo de los plenos un foro donde los vecinos puedan asistir, ya que se celebrarán por las tardes y con turnos de ruegos y preguntas para los tesorilleros. Los cambios llegan incluso al tratamiento. Fernández pide expresamente que se le considere como presidente de la entidad local, al contrario que su predecesora, prefería ser llamada alcaldesa.
Sobre la limpieza, el presidente de la ELA destaca que el personal carecía de un plan de trabajo y funciones claras. "Los propios operarios decidían qué zonas limpiar, sin que existiera una dirección del trabajo. Algo impensable porque todas las calles y zonas merecen un tratamiento similar. Ya hemos emprendido un plan de choque para ponernos al día ante la dejadez de algunas zonas. También se ha actuado contra las cucarachas con Argcisa", apostilla.
En cuanto a las cuentas, Fernández apunta que la auditoría aclarará la situación exacta del erario, donde las principales deudas son con proveedores. "¿Cuánto debemos? Lo sabremos en poco tiempo y, por supuesto, lo haremos público", adelanta el presidente de la ELA, quien sostiene que encargar una auditoría externa carece de sentido puesto que debe ser la misma secretaria de la entidad la que aporte los datos. Mejorar la seguridad es otra de las aspiraciones del nuevo gobierno. "Queremos cambiarlo todo. Hay que cambiar casi todo. Nos hemos encontrado un pueblo con mucho desgaste", dice.
San Martín del Tesorillo goza de unas altas cotas de autogobierno que contrastan con la dependencia económica de la matriz jimenata. Las transferencias y la asignación de fondos han sido un tema de debate recurrente y agrio durante periodos corporativos anteriores entre PP y PSOE, e incluso durante el mandato recién finalizado donde la presupuesta sintonía entre dos gobiernos del mismo signo (PP) quedó en nada. "Nosotros aspiramos a reconducir las relaciones con el municipio de Jimena. Si se nos transfiere lo que nos corresponde no debe haber fricción política de ninguna clase", apunta Fernández. Hace apenas unos días, los representantes socialistas jimenatos ya mantuvieron el primer encuentro de cortesía con el gobierno tesorillero y enviaron el mismo mensaje: cordialidad y colaboración institucional por encima de todo. Algo impensable no demasiado tiempo atrás.
No obstante, los cambios no llegarán a la principal aspiración de los partidos políticos de San Martín del Tesorillo: la independencia de Jimena. El PP inició hace años el expediente de segregación que se encuentra muy avanzado, si bien la celebración de las elecciones autonómicas en Andalucía dejó el asunto un tanto parado. "Todos los grupos políticos tenemos la independencia como una prioridad. Sabemos que el expediente está en la recta final y que vamos a ser el próximo municipio del Campo de Gibraltar", augura.
"No tiene por qué haber impedimentos. Podemos ser independientes. No hay marcha atrás", destaca el presidente de la ELA que, de producirse una segregación, pasaría inmediatamente a ser considerado el alcalde de la junta provisional de Tesorillo, el órgano puente entre la ELA y el Ayuntamiento resultante de unas elecciones municipales. Todo apunta a que la segregación se producirá en este mandato.
Para Tesorillo, la independencia supondría tener acceso directo al cobro de impuestos, así como a la gestión de dichos fondos sin necesidad de esperar la transferencia jimenata. "Nos daría mucha más libertad para decidir en qué invertir, en qué gastar el dinero de los ciudadanos sobre la imposición de otros", destaca el presidente de la ELA, quien apunta que el municipio también recibiría directamente transferencias del Estado. "Quizás una de estas mañanas nos encontramos en el BOJA que ya somos un municipio independiente. Ganaríamos todos los vecinos y ganaría la gestión", concluye.
Leído en Europa Sur
