El 30 de octubre de 1.938 Orson Welles mantuvo, durante 59 minutos, instalados en el pánico a seis millones de norteamericanos al adaptar bajo la fórmula de radio-teatro la novela de H. G. Wells “La guerra de los mundos”. Una dramatización ficticia que relataba -en vivo y en directo- la cruenta invasión de Nueva York por marcianos.
La respuesta colectiva demostró el poder que los medios de comunicación tienen sobre las masas, el influjo sobre nuestro sistema cognitivo y la capacidad para hacernos creer lo que no es verdad.
Algo de eso ocurre hoy cuando vemos los informativos de TVE, leemos “La Razón” o escuchamos la “Cope”.