La sentencia reconoce que Sandro Rottman, sufría un avanzado caso de cirrosis hepática y los golpes no hubiesen causado su muerte en circunstancias normales. El fallo también tiene en cuenta el "estado emocional alterado" del británico cuando se enfrentó a Rottman y que el alemán había sido detenido con material pornográfico en su ordenador y tenía pendiente un proceso judicial.
Los hechos se produjeron el pasado 7 de febrero alrededor de las 22:00 horas durante el transcurso de una cena en un restaurante de Sotogrande. Kaith, dedicado al sector inmobiliario cenaba junto a su mujer y sus tres hijos pequeños en el restaurante Spinnaker situado en el puerto deportivo, cuando descubrió que otro comensal, Rottman, un agente de Relaciones Públicas grababa y sacaba fotos a su hija con un ipad.
El británico le recriminó los hechos y posteriormente le quitó la tablet comprobando como en efecto había realizado las fotos. La discusión subió de tono y el británico le propinó un puñetazo que le hizo caer al suelo. En el momento en el que se produjeron los hechos, no había nadie más en el restaurante. Estaban ocupadas únicamente dos mesas: la de la víctima y la del agresor con su familia. Por parte del establecimiento, se encontraban tres personas: el dueño, el cocinero y un camarero.
La Guardia Civil acudió tras ser alertada por los vigilantes de seguridad de la urbanización de lujo. Cuando la patrulla llegó al lugar ya se encontraban los servicios médicos atendiendo a la víctima. Falleció finalmente en el hospital de La Línea donde fue trasladado.
Así mismo, trascendió que el hombre había sido detenido por la Guardia Civil días antes por posesión de pornografía infantil y estaba en libertad con cargos.
Los testigos informaron a Europa Sur que durante la pelea no se empleó ningún tipo de arma ni objeto contundente, ni tampoco se produjo una paliza, sino únicamente un golpe, lo que ya avanzaba que la muerte del alemán de 43 años se podría haber producido por una mala posición al caer o por otras dolencias, como así revela la juez en la sentencia.
Kaith, de 39 años fue detenido poco después en su vivienda donde se había marchado tras la pelea. Fue acusado de un supuesto delito de homicidio y se decretó su ingreso en prisión. No obstante, antes del juicio estaba en libertad tras el pago de una fianza.
Según informa el diario The Telegraph el empresario británico va a apelar la sentencia para poder irse sin la amenaza de cumplir una posible condena en el futuro.
El caso fue muy seguido por medios nacionales e internacionales debido a la trascendencia de los hechos y a que ambos residían en Sotogrande, urbanización que se caracteriza por la discreción de sus vecinos, en su mayoría empresarios
