El pasado mes de julio, el recién nombrado Alcalde, Pascual Collado, solicitó al Ministerio de Hacienda a través de la Gerencia del Catastro una revisión de los valores catastrales del municipio de Jimena, entendiendo que estos valores no se correspondían con la realidad.
El 28 de septiembre, la Gerencia del Catastro acepta y publica una rebaja de los valores catastrales de Jimena en un 23 % para el año 2016, noticia que el equipo de gobierno aceptó con agrado entendiendo que era bastante beneficiosa para los vecinos y vecinas del municipio, pues se equiparaban estos valores con el valor actual de las viviendas lo que supone un ahorro a la hora de cualquier transacción de compra, venta o herencia de las mismas.
Hay que tener en cuenta que el recibo del IBI se calcula multiplicando el valor catastral por un coeficiente que en el caso del Ayuntamiento de Jimena se sitúa actualmente en un 0.434%. Es evidente que si se mantiene este coeficiente para el año 2016, al bajar un 23% el valor catastral los recibos bajarían el mismo 23%, lo que significaría que la recaudación de Jimena bajaría un 23%, es decir, el Ayuntamiento recaudaría 266.000 € menos que este año. Si a eso le añadimos que el Partido Popular aprobó en su época de gobierno (año 2012) un Plan de Ajustes que incluía un préstamo de más de 3 millones de euros y que empieza a amortizarse a partir de enero del año entrante a razón de casi 500.000 € anuales, podemos concluir que el Ayuntamiento dejará de recibir y por lo tango, dejará de poder gastar 766.000 € a lo largo del año 2016 y siguientes, cifra totalmente inasumible para un Ayuntamiento como el de Jimena que no recibe ingresos prácticamente por ningún otro concepto.
Esta situación pondría en peligro no sólo el pago a proveedores, sino el pago de las propias nóminas tal y como recoge el informe del interventor del Ayuntamiento. Es una obviedad que respecto al préstamo no se puede hacer nada, sin embargo, la bajada por los ingresos del IBI sí se puede compensar. Eso es lo que pretende el equipo de gobierno.
Una vez solicitado un informe a los Servicios Centrales de Recaudación, se concluye que aplicando un coeficiente del 0.563% en vez del 0.434% actual, se compensaría la bajada de ingresos producida por la revisión de los valores catastrales, de manera que el recibo se mantendría exactamente igual o incluso algún euro más bajo.
La cuenta es sencilla y cualquier vecino puede hacerla con su recibo y una calculadora, según reconoce el propio Concejal de Hacienda, Jesús Solís: “Pongamos por ejemplo que una vivienda tiene un valor catastral de 80.000 € en la actualidad, para calcular su recibo del año 2015 debe multiplicar dicha cantidad por 0.00434 lo que le supondría un coste de 347,2 €. El año que viene este valor catastral habría que multiplicarlo por 0.77 (para aplicar una bajada del 23%) lo que situaría dicho valor en 61.600 € que después habría que multiplicar por el nuevo coeficiente 0.00563 lo que arrojaría un total en el recibo de 346,80 €, es decir, no sólo no sube el recibo sino que incluso baja algunos céntimos”.
De esta manera, el equipo de gobierno concluye, en primer lugar, que EN NINGÚN CASO SUBIRÁ EL RECIBO DEL IBI, aunque la no aplicación de esta modificación supondría un colapso en las cuentas del Ayuntamiento, y finalmente apelando a la responsabilidad del resto de Grupos Políticos que tienen en sus manos practicar una oposición responsable o una oposición de asfixia al equipo de gobierno y por ende al municipio de Jimena.
