La chirigota chiclanera ‘Los serenissimos’ triunfa en la quinta clasificatoria, bien secundada por la chirigota de Los Niños de Sevilla. La comparsa de Juan Fernández decepciona
No será la de este jueves una de las sesiones que se recuerden años después. Quizás, ni en unos días. Pero, después de todo, mereció la pena esperar hasta el final para disfrutar del pellizco y del compás de la chirigota de Los Molina de Chiclana, gran triunfadora de una noche gris. También destacó la chirigota de Los Niños de Sevilla, mientras que la cabeza de serie de la noche, la comparsa de Juan Fernández, no colmó las expectativas.
La noche comenzó de la mano del coro de Ariza. Estuvo en su línea de años anteriores, es decir, con un nivel muy pobre como para pensar en el pase a cuartos. A continuación, irregular pase de la comparsa de Alcalá de Guadaira ‘Los traidores’, con la música del pasodoble como elemento más destacado de su repertorio. Tras ellos, dio la talla con creces la chirigota de Los Niños de Sevilla, que brindó al Falla una actuación repleta de buenos golpes. Dan un salto importante respecto a su anterior participación en el Concurso, cuando ya alcanzaron la fase de cuartos con ‘Paco baja aunque sea a la Sabana’.
Antes del descanso, la comparsa de Juan Fernández dejó al teatro algo desconcertado con una propuesta arriesgada y que no terminó de cuajar. La reacción del respetable, muy frío al concluir su actuación, lo dijo todo. Desde el tipo, de conquistadores (con acento francés), hasta la música del pasodoble, difícil de seguir, ‘Los irresistibles’ dejaron ciertas dudas en su debut en el Concurso. De primeras, su propuesta no conquistó.
Tras reponer fuerzas, el coro de Cárdenas, Peñalver y Procopio, con muchos problemas de entonación y afinación, fue el encargado de reanudar una sesión que no quedará para la historia precisamente. La noche tampoco remontó con la chirigota puertorrealeña ‘La pela es la pela’, de menos a más. La función nos reservaba en cambio un par de buenos ratos para concluir. Primero, el protagonizado por la comparsa portuense de Zampi, mucho mejor en contenido que en formas; y para cerrar, el pellizco chirigotero de los Molina, que dio un salto de calidad respecto a participaciones precedentes añadiendo a su mágico compás un repertorio muy completo, con espacio para la risa y para la emoción. Puede ser este su año.
