El Selu reina en la gran fiesta de la comparsa‘Si me pongo pesao me lo dices’ triunfa en una noche marcada por los regresos de Martínez Ares, Martín y en la que también lucen Iván Romero y Remolino
No puede ser casualidad. Que el 40 aniversario del fallecimiento de don Paco Alba, creador de la comparsa, coincida el retorno 13 años después de Martínez Ares, el regreso de Antonio Martín, la vuelta de tuerca a la modalidad de Iván Romero o el estreno del grupo liderado por Faly Mosquera no puede ser cosa del azar. Todos los factores apuntaban a una noche mágica, y lo fue desde el inicio con el homenaje a la figura del inventor de la comparsa. Emocionante recuerdo al mítico autor a través de sus coplas y en las gargantas de personajes que son historia de la fiesta como el Purri, Gallego o Galán. Una forma perfecta de comenzar una función para la historia, que tuvo sin embargo a una chirigota, la del Selu, como gran triunfadora.
Tras rendir tributo al atesorado pasado, la primera mirada al presente nos la brindó el coro ‘Welcome to cabaret’, con un estilo muy diferente al de años anteriores. Colorido, animado, con mucho baile -poco habitual en este grupo- y gran afinación -lo más destacado-, a la espera de mejores letras. A continuación, el momento más esperado de la noche, un momento que los aficionados llevaban 13 años esperando. Regresaba a las tablas el Niño Coplero, Antonio Martínez Ares, al mando de la comparsa ‘Los cobardes’. Con un colorido tipo de camaleones y nada más -forillo negro, poco habitual en estos tiempos-, cumplieron con lo que se esperaba de ellos: gran música, potencia vocal -algunos excesos- y letras potentes, porque Antonio no ha vuelto para cantar piropos. Quedó claro en un segundo pasodoble durísimo contra el “cortijo” del Patronato. Antes, Martínez Ares justificó su ausencia en estos años, y es que “el Niño había muerte y preferí marcharme a profanar este teatro”. Pese a todo, está de vuelta porque “hombre cobarde no conquista mujer bonita”. Una comparsa aún por digerir, pero de incuestionable calidad.
Todo el mundo loco con el duelo de comparsas y casi cometimos el error de olvidarnos de que también debutaba en el Concurso la chirigota del Selu. ‘Si me pongo pesao me lo dices…’ pegó fortísimo en su estreno sacando todo el partido posible a un personaje ‘Made in Selu’, secundado por Juan, una figura que les va a dar muchísimo juego este año. La carcajada del público acompañó a la práctica totalidad del repertorio -pequeño pinchazo en el primer cuplé, el resto de categoría- y sirvió para despedir por todo lo alto a un grupo que entra fuerte en la pelea por los premios. Una nueva genialidad del Selu.
La primera parte de la función aún nos depararía un nuevo plato fuerte con la vuelta a las tablas de la comparsa de Antonio Martín tras un año ausente. Conquistó al público con una comparsa hermosa en forma, certera en contenido, interpretada con mucho gusto. Pese al pinchazo en los cuplés, ‘La comparsa Los invencibles’ dejó un gran sabor de boca al público, rematando su actuación con un popurrí que combinó la alabanza y la crítica a sus compañeros y rivales en el Falla, Martínez Ares, Tino Tovar, Juan Carlos Aragón, Carapapas y Bienvenido. Los Soldaditos de Martín van con todo a la batalla.
La noche estaba siendo intensa. Quizás por eso muchos decidieron alargar el descanso y se perdieron a la digna comparsa algecireña ‘El asesino de comparsistas’. Y estaba siendo tan completita que no faltó ni el ratito dedicado al surrealismo, a cargo del cuarteto ‘Me tienen que matar’. Repertorio muy flojo -salvo un par de puntazos- y cogido con pinzas que sólo sirvió para avivar el ingenio del gallinero. Sea como sea hubo risas, que al fin y al cabo es lo importante.
Los que se quedaran con ganas de cuarteto pudieron disfrutar a continuación del particular estilo de la comparsa de Iván Romero, que mantuvo la exitosa fórmula del año pasado -que el propio autor define como ‘cuartetoparsa’- mezclando en sus coplas humor, ironía y mucha crítica acerca del Concurso. Crece además la figura de Iván como desahogo humorístico en un grupo que mantiene la frescura del pasado año. Sin nada que envidiar a las punteras, otra más que añadir a la pelea.
Tras la discreta chirigota ‘Ojú qué polvorón’ cerró función otra de las esperadas, la comparsa de Kike Remolino y Faly Mosquera. Sorprendió con un radical giro a su propuesta, empezando por un tipo original, de traficantes de “droga legal” -léase la droga del trabajo, de la familia o del propio Carnaval- y un repertorio original en forma y en contenido. A ello hay que añadir la habitual eficacia de un grupo que pese a los cambios sigue sonando como un reloj.
Coro Welcome to cabaret
Comparsa Los cobardes
Chirigota Si me pongo pesao me lo dices...
Comparsa La comparsa Los invencibles
Comparsa El asesino de comparsistas
Cuarteto Me tienen que matar
Comparsa Un fallo lo tiene cualquiera
Chirigota Ojú, qué polvorón Comparsa Los camellos