Mi abrazo a Beffa
Aunque lejos –demasiado lejos- por ineludibles trabajos profesionales, puedes estar seguro, querido amigo Andrés, de que el sábado me sentiré cerca –muy cerca- de ti en el homenaje que nuestros amigos comunes te ofrecen en reconocimiento de las múltiples e importantes tareas desarrolladas en beneficio de nuestro pueblo.
Permíteme que te confiese que, tras escuchar con atención a tus colaboradores y, sobre todo, tras comprobar con mis propios ojos los sorprendentes cambios que, en los últimos años, ha experimentado San Pablo, he llegado a la conclusión de que tu labor política, social y cultural ha de ser conocida y reconocida por todos los sanpableños con independencia de la garita en la que cada uno militemos.
Espero confiadamente que tus ilusiones como constante luchador y tus esfuerzos como defensor de ese nuevo humanismo que pretendes inyectar en la economía, en la política, en la enseñanza y en la cultura, nos sirvan para seguir progresando y nos acerquen a la creación de un pueblo aún más confortable más justo, más fraterno y más digno.
Te felicito –querido amigo Andrés- por tu decisión de usar el arma de la palabra como la mejor herramienta para lograr la igualdad y como el instrumento más eficaz para impulsar cambios económicos y sociales en nuestro pueblo.
Un abrazo.
José Antonio Hernández Guerrero