Anima a tocar el asunto una profecía realizada hace un año. ¡Si! hace exactamente un año, por Meritxell Batet. Secretaria de estudios y programas del PSOE formuló, a modo de nueva Casandra, que: «El objetivo de Podemos es destruir al PSOE».
Más aún descartaba una «gran coalición» con el PP y no cerraba la puerta a pactos con Iglesias, si aceptaba las propuestas del PSOE. Los análisis sobre la situación política no acaban de presentar, entre otras, una interpretación de la misma que vaya al hilo de lo que vaticinaba esta profesora de derecho constitucional en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Analizando las propuestas presentadas por PODEMOS al PSOE, es posible colegir que esta señora abogada parece tocada del don de la adivinación, aunque sólo comparte con el mito casandrico el que pocos en su propio partido creen en su vaticinio.
Podemos propone al PSOE un pacto de Gobierno, no de gobernabilidad. Va a la mayor, que supone asumir responsabilidades ministeriales en el nuevo gabinete que pueda formar Pedro Sánchez como presidente del mismo. Esto para algunos es una “traición”, a lo prometido en campaña electoral sobre nada de “sillones”. PODEMOS pretende legislar una especie de “new deal”.
Un plan de choque con 25 iniciativas a modo de programa de los “Cien Días» que supone programas sociales, activación económica y lucha contra el desempleo. Pero es obvio que el panorama político en el Congreso de los Diputados, después de la elecciones, hacen imposible concretarlo. Este hecho permite aventurar que, existiendo la urgencia de desarrollar nuevas políticas, el obstáculo principal para ello es la existencia de los viejos partidos (con sólo 30 años) en virtud de la maraña de intereses creados con los grandes poderes reales: Grandes fortunas y sector financiero. Tiene pues mucho sentido que la pretensión de PODEMOS sea “destruir al PSOE”. El ofrecimiento, cuasi imposición, de PODEMOS al PSOE es un brindis al sol y PODEMOS lo sabe. Por eso a pesar de hacerlo pone condiciones, imposibles de aceptar por la otra parte, para que no se materialice.
Si el PSOE aceptara y Pedro Sánchez fuese presidente de Gobierno ¿Qué garantías tendría PODEMOS de que no hiciera como Susana Díaz hizo con el pacto en Andalucía con IU? Sillones te doy y te quito. Entonces para qué hace PODEMOS el ofrecimiento. Nada más hacerlo sonaron tambores de guerra dentro del PSOE. Los varones airados irrumpieron en el debate, y aún siguen, después de un Comité Confederal del PSOE de “urgencia” y la promesa de que se someterá a la “consideración”, que no a la voluntad, de la militancia socialista.
La posición de PODEMOS aboca al PSOE a un desgaste intenso y hace imposible la conformación de un gobierno, por lo que el escenario más probable, y a priori positivo para PODEMOS, son una nuevas elecciones, a las que llega sin deudas, más bien con superávit.
Sus oponentes deberán endeudarse mucho más de lo que están, sin mencionar que alguna fuerza política se auto-disolverá por su incapacidad de aguantar el endeudamiento que ahora soporta.
Fdo Rafael Fenoy Rico
