El 10 de marzo de 1.431, Pedro García de Herrera salió de Jerez con 550 hombres, jinetes, hombres de armas y peones, al día siguiente lunes, acampó a dos leguas de la villa.
Según la crónica, la noche era muy ventosa y oscura, se consiguió dominar la fortaleza antes del alba del día 12.
Fueron echos prisioneros 530 moros y 300 moros pequeños fueron cautivados, la villa quedó totalmente despoblada, volviendo a ser un puesto exclusivamente militar. De esta efemérides creo que habrá poco que celebrar, puesto que los 830 prisioneros y cautivos eran tan jimenatos como los que hoy vivimos en ella.
