Cuando en 1082, Mayrit todavía pertenecía a la taifa de Toledo bajo el reinado de Al-Qádir, Yahya ibn Ismail ibn Yahya al-Qadir bi-Allah, nacía Ysidro, hijo de agricultores mozárabes. Tres años más tarde, tras un acuerdo de intercambio territorial, aquellas tierras pasan a manos de Alfonso VI y se colonizan con agricultores y artesanos. Pasan los años e Ysidro labora los terrenos en propiedad del caballero Juan de Vargas. Hubieron de pasar 540 años para que lo canonizaran. De entre todos los milagros que se le atribuyen en vida, fue el que sus bueyes araban solos mientras él rezaba, el milagro que le hizo merecedor de ser santo patrón de los agricultores españoles, por una bula papal de Juan XXIII, en 1960. En realidad no rezaba sino sesteaba bajo la sombra de un madroño.
El 15 de mayo de 2011, día de san Isidro labrador, "cuatro perroflautas" acamparon en la puerta del Sol, en Madrid, y nació el movimiento de los indignados, que traspasó las fronteras de esta Españamarca.
Hoy, ese movimiento de indignados, bajo la coalición electoral de Unidos Podemos, pretende dar la vuelta a la tortilla política de este país, a pesar de innumerables ataques y egos, y juntos lo conseguiremos.
Artículo de opinión de Gonzalo Polo
