Ayer
por la tarde, puede observar una gran afluencia de padres, abuelos y
demás familiares en las puertas del Colegio Público José Luis Sánchez.
El motivo no era otro, que la
graduación de los alumnos que finalizaban la etapa escolar de educación
infantil, niños con una edad de seis años o próximos a cumplirlos.
Los infantes, iban vestido con su
correspondientes togas y birretes, indumentaria con cierto sabor a
película americana.
No presencié el acto de dicha
graduación, pero por los aplausos, megafonía, discursos y demás, aquello tuvo
enjundia.
Nada que objetar a ese tipo
de eventos, si los padres y el profesorado quieren, doctores tiene la iglesia.
Ahora bien, estamos implicando a los
niños en eventos, para mi gusto no acorde con su edad. Me pregunto y lo dejo en
el aire. ¿ Un niño o niña de seis años, percibe la esencia de esa
celebración?, o se trata que algún año y hace tiempo ya, a un
profesor o padre iluminado tuvo esa feliz idea, sin pararse a pensar en el menor,
que es el verdadero protagonista de la historia y por inercia se ha
continuado a través de los años.
Aprovecho esta ocasión, para emitir mi
opinión, educada y respetuosa, sobre la Mini-corte de la Feria. Fue una
invención de determinadas madres, que no se pararon pensar en los pequeños, que
no tienen edad para ello, por consiguiente no saben de qué va toda esa
parafernalia. Considero que les produce más molestias que satisfacciones.
Otra reflexión que me ha llevado el acto
de ayer tarde. Es la cantidad de celebraciones que efectuamos.
Cumpleaños, Santos, Aniversarios de bodas, Comuniones, Bautismos,
Bodas, Despedidas de solteros, Jubilaciones, Graduaciones, Encuentros, Comida
de Navidad, Despedida de compañeros, Comida de Socios, Comida de mujeres,
Comida de Pensionistas. Bodas de platas, Bodas de Oro. Reunión de antiguos
alumnos, Generación del tal año y un largo etcétera.
Como comentaba días pasados y
para mí muy acertadamente el excelente juez don Emilio Calatayud, nos
estamos americanizando.
Por supuesto que cada uno puede celebrar
lo que le venga en ganas, faltaría más. Pero eso no es óbice, para que
pueda dar mi opinión.
Celebremos interiormente que al menos estamos vivos y otro día hemos visto salir el sol.
Celebremos interiormente que al menos estamos vivos y otro día hemos visto salir el sol.
Artículo de Francisco Quirós "Pacurro"