Como es lógico después de haberme leido las doce páginas de que consta la primera parte del artículo de la Revista Alcántara sobre “ La Copla como recuperación de un patrimonio común”, no se puede por menos que quedarse uno un tanto abstraído en ese mundo coplero y al que han pertenecido tantos artistas importantes y aunque hasta ahora la copla atraviesa un enorme bache, no es menos cierto que, continúan infinidad de personas generando este arte, porque sin que nos demos cuenta, el género se lleva dentro y aflora en las personas pletóricas de facultades como sucede actualmente en algunos de los concursantes de SE LLAMA COPLA.
Pero a mi parecer, el momento por el que atraviesa “La Copla” no permite que puedan existir miembros de un jurado con la capacidad suficiente para poder enjuiciar de una forma justa a personas que se quieren abrir camino como artistas profesionales en el arte de cantar copla.
Después de los años de decadencia de la copla, tampoco nosotros como público podemos decir absolutamente nada al respecto y la mayor parte machacamos nuestros móviles en las galas de los sábados guiados por impulsos personales y subjetivos que nada tienen que ver con contenidos totalmente ciertos de lo que estamos viendo.
También es cierto que desde algún punto hemos de partir y el concurso, sin duda alguna, ha despertado el interés que estaba latente en nosotros y supone un verdadero arranque, que estos artistas noveles han de saber aprovechar al máximo y a ver si el público que ahora mismo les adora es capaz de documentarse y llegar a conocer en profundidad lo que realmente es la copla partiendo desde sus verdaderas raices.
Yo recuerdo que hace cincuenta años aproximadamente la copla era un sentir profundo como algo propio de la gente de pueblo y como sólo teníamos la radio siempre se estaban oyendo las canciones de los mas grandes artistas como Estrellita castro, Imperio Argentina, Juanita reina, Concha Piquer, Manolo Caracol, Miguel de Molina, Juanito Valderrama y un montón de ellos porque sería imposible de nombrarlos a todos.
Nuestros abuelos y nuestros padres, tarareaban constantemente aquellas preciosas canciones en sus versiones originales y que muchas de ellas se están oyendo a los concursantes de Se Llama Copla con unos tonos y compases fuera de su estilo original naturalmente justificado ya que buscan un estilo propio y evitar los plagios que a nadie harán triunfar.
Era tan grande la influencia de nuestros artistas copleros, que tanto hombres como mujeres imitaban la forma de vestir y vivir de los grandes de la canción y no olvidemos que el movimiento teatral que se desarrolló en la posguerra fue bastante importante para dejar huella en toda la población de la época porque aquellas compañías recorrian toda la geografía española y llegaban hasta los pueblecitos más pequeños que pudiesen existir cosechando éxitos importantísimos y a su vez transmitiendo pasiones históricas que hacían olvidar lo penoso de la existencia en esos tiempos tan difíciles para muchos.
Esperemos que nuestra predisposición innata y la artística de estos jóvenes entusiastas de la copla puedan revivir la copla y devolvérnosla tal como ha de sentirse y que ocupe su lugar dentro del arte de los escenarios como le corresponde.
Después de leer muchísimo, yo personalmente estoy convencido de que este género de canción puede convivir con toda la corriente moderna de la música y del flamenco por su afinidad con el mismo.
En la época de éxito de la copla, se recurre a élla como via de escape de unos años desastrosos y el pueblo supo refugiarse en aquellas mujeres bellas y sus historias haciéndoles olvidar lo mal que se vivia entonces. Ahora no tenemos nada de eso pero los medios como la televisión y el cine bien administrados y utilizados son un verdadero trampolín hacia el éxito y que espero que estos nuevos artistas sepan aprovechar decentemente.
Un abrazo. Currini
Leido en : http://rflx-s.blogspot.com/
Reflexiones sobre la Copla por... Currini
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