Querida Jimena:
Hace muchos años que falto de hay, tanto como treinta y tres, pero no ha pasado un solo día que no te haya recordado, y siento nostalgia de cuando niña volvía de la escuela, cogía la merienda y con las amigas me iba a “Las Montañitas” o al “Calvario” . También me acuerdo de mis baños en al “Charco del tío Cañones” e ir a las huertas a coger moras.
Ahí tuve mis primeros amores y mis primeras tristezas, sintiéndome jimenata hasta el hueso, por eso, cuando alguien me pregunta de dónde soy , le contesto que del mejor pueblo del mundo, que se llama Jimena de la Frontera.
No puedo expresar lo que siento cuando voy por ahí y te veo desde lejos, tan blanco, con tu castillo como si estuviera de guardián, también la torre del campanario del paseo, y al volver la curva hacia el puente, el Convento, parada imprescindible para ver a nuestra Patrona, la Reina de los Ángeles, y ase me viene a la memoria, en los días de novena, cuando al terminar salimos corriendo para comprarnos zamboa e .írnoslas comiendo camino del pueblo.
En fin, querido pueblo, he sentido la necesidad de expresar cuánto te quiero y prometerte que mientras tenga un soplo de vida estaré diciendo que mi pueblo es el mejor del mundo.
Mari Nieves
Carta a mi pueblo... por Mari Nieves.
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