
Es más, nos acordamos de que cuando Pascual era alcalde, no se podía hacer una cita para verle sin él aprobarlo primero... ¿Democracia, que democracia? Parece mentira, pero aún siguen las cosas así. Y eso sin contar que a veces pasan semanas sin que uno tenga una contestación siquiera.
Parece ser que las festividades siguen siendo más importantes que los asuntos serios y urgentes que nos afectan a más de uno en Jimena...que pena, pero que pena. John Holtermann.