Sin embargo, algunas familias que ya habían hecho la compra para disfrutar del día de campo no se arredraron y se desplazaron hasta el área recreativa con el fin de pasar la mañana. El tiempo no acompañó, el viento llegó a ser en algunos momentos muy desapacible, pero hubo quien se sobrepuso a los caprichos de la meteorología e instaló sus bártulos para disfrutar de la jornada. El mal tiempo y la prohibición de acampar la víspera contribuyeron a que el área recreativa registrara una entrada de público mucho menor que la de otros años.
Entre los "valientes" no faltaron los caballistas, ya que cualquier oportunidad para lucir los corceles engalanados no se desaprovecha así como así.
Fuente: El blog chisparrero