No, tampoco el que lea esta artículo recomendado está alucinando, esto va en serio. Tan en serio como el mismo nombre, Adecco-Administraciones Públicas, tan en serio que se sustenta en la Reforma Laboral, claro está como en este país se puede saltar el ordenamiento jurídico cuando les da la gana, más vale decir entonces: españoles, andaluces, jimenatos, sí, es verdad, "la Constitución ha muerto".
En donde, Oscar, perdone usted que le tutee, pero es que tiene usted mucha cara y tiene narices que encuentre su artículo el día antes del cumpleaños de nuestra Carta Magna, que pretenda saltarse sin ningún escrúpulo los principios consagrados en nuestra Constitución y en nuestro Estatuto, de igualdad, mérito y capacidad para el acceso al empleo público, estableciendo criterios económicos para agilizar los trámites a la hora de contratar a las personas que trabajan en la Administración.
Hoy por hoy, que encontramos un exacerbado clientelismos y una Red Clientelar, que conforman una Administración Paralela, que, a veces, no sólo sirve la ciudadano, también al partido de turno, en ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones, comunidades autónomas y Estado, con su eufemismos de Entes Instrumentales: de Agencias, Empresas Públicas, Fundaciones, etc., esa es la realidad. Ahora viene Oscar, como el burrro de Sherk y "la caga".
Oscar, "enga ya", garantizar un proceso limpio no significa un proceso engorroso, no tiene porque serlo, lo que hay que hacer es establecer un procedimiento limpio y flexible, para ello hace falta aparta a caraduras, cumplir la Ley y tener presente el interés general, desde luego si este camino lo recorremos con una ETT mal camino se ha andado, ¿no sería mejor, Oscar, que crearas la división de Adecco-Políticos y Banqueros de turno?, así podrías llegarte a las puertas de nuestras universidades que hay mucha gente joven preparada que se tiene que irse de España, que, por lo general, tiene probablemente más capacidad y mérito que algunos de los individuos que nos han llevado a la situación que se encuentra nuestro país hoy en día, individuos que entiende, hablando con eufemismos, la Administración Pública como un Ente Instrumental, sí, pero no para el bienestar general, sino como un instrumento para que mejore notablemente su propio bienestar.
Eduardo Navarro.
