La Corporación aprobó ayer por unanimidad la modificación de la ordenanza fiscal reguladora del IBI, en un Pleno extraordinario de trámite, en el que también se aprobó la ordenanza de subvenciones otorgadas al Ayuntamiento.
El pasado año se aprobó reducir el tipo impositivo, pero no se aplicó por reparos de la Intervención en cuanto a las bonificaciones a familias en exclusión social. Así, la ordenanza establecía la exención para las unidades familiares con todos sus miembros en paro con unos ingresos que no superen el subsidio (426 euros al mes) y la reducción al 50% en caso de que no dupliquen estos ingresos (852 euros).
Tras la aprobación ayer en la sesión plenaria, se eliminan a propuesta de la Secretaria general estas bonificiaciones al considerar que son irregulares por ley.
No obstante, el impuesto de bienes inmuebles sigue igual al aprobado en 2012 con una rebaja del gravamen. El acuerdo supone una reducción del gravamen del IBI, pasando del 0,50 al 0,44 para 2013; el 0,42 en 2014 (hasta alcanzar el 0,40 (el mínimo legal) en 2015. Las exenciones sólo podrán aplicarse a las familias numerosas tal como indica la ley.
El alcalde, Juan Casanova, añadió que debido a estos reparos las reducciones fiscales aún no se han aplicado.
Por otra parte, por unanimidad salió adelante también la ordenanza que regula el plan de fomento de empleo local, Creces auspiciado por la Diputación. Se trata de un trámite administrativo para autorizar la contratación de tres técnicos y 12 parados que recibirán formación teórica de Hostelería y posteriormente realizarán prácticas en los tres hoteles del municipio.
Los contratos se realizarán durante seis meses y los contratados serán becados mientras aprenden una profesión con 400 euros mensuales.
