|
Foto: La Gitanilla |
A un amigo mio de la oficina,que era el rey del optimismo y a quien nunca se le veía triste,le pregunté cierto día cual era su fórmula."Estoy muriéndome", me respondió simplemente.
Avergonzado de mi torpeza le pedí disculpas pero él repuso sonriendo. "¿Y acaso tú no?
César Serrano.