Ya lo advertía el evangelista Marcos 2:22 “Y nadie echa vino nuevo en odres viejos “.
Como si de una historia interminable se tratara surgen las palabras manifestadas, al pairo de un momento de cierta trascendencia política para el país. “....sólo se puede realizar a través de una negociación de carácter muy amplio, en esa negociación tienen que estar incluidas todas las fuerzas que componen el espectro democrático......
El final de ese proceso, según nosotros, debería ser la apertura de un proceso constituyente, según el gobierno parece ser que lo que pretenden es la reforma de las leyes vigentes. Creo que ahí está el nudo gordiano de la cuestión”.
No son palabras de Pedro Sánchez, actual líder del PSOE, pero fueron pronunciadas por un líder del mismo partido, nada más y nada menos hace ahora casi 40 largos años.
Concretamente en diciembre de 1976, cuando Felipe Gonzales en nombre del PSOE, manifestaba la posición de ese partido ante la reforma política que se avecina y que concluirá con la aprobación de la Constitución en 1978.
Menos mal que existen personas que construyen la historia de forma minuciosa, concienzuda, paciente y precisa, rescatando de los documentos, testimonios y objetos aquellos hechos que, de otra forma, dejarían de existir.
¿Qué relaciona a Felipe González con Pedro Sánchez?
Podría decirse que el hecho de ser secretario general del PSOE es un buen nexo.
También podría decirse que el PSOE, el de aquel momento y el del presente, pretende llegar al poder. Este único objetivo determina la línea directriz que esta agrupación de partidos ha trazado.
Y es que, antes como ahora, en materia económica poco dejan hacer los poderes reales de este país. Ellos deben seguir ganando dinero y así, ¡ya se sabe!, el gobierno de turno tiene que seguir estrujando al pueblo.
La receta no es nueva, ya que con presupuestos mermados para crear fastos y deslumbrar al electorado, se impone desprestigiar al gobierno de turno, desgastarlo, para que el electorado deje de confiar en él.
¿De esta forma un votante del PP, se confundirá y votará al PSOE? Si en lo social y económico nada puede manejar el PSOE, el partido se orienta a la crítica “política”, la de “altura”, la que utiliza grandes palabras: Proceso constituyente, reforma constitucional, modificación esencial del Estado convirtiéndolo en... República.
¡Perdón!, ha sido un lapsus, convirtiéndolo en un estado “federal”. Para de esta forma las minorías nacionalistas vascas y catalana digan del PSOE, que es un partido con talante democrático. Seguro, seguro, que esta opción constitucionalista, ya anunciada hace 40 años por Felipe González, cala en el electorado como entonces.
Hoy como antaño el vino viejo debe estar en odres viejos.
Fdo. Rafael Fenoy Rico