Aprovecho nuevamente la oportunidad de la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret para manifestaros –queridos amigos- mis hondos deseos de BIENESTAR. Esta conmemoración de la “en-carnación”, de la “humanización” y, sobre todo, del “compromiso” y de la “identificación” práctica con los débiles, con los marginados y con los empobrecidos debería ser un nuevo empujón para que sigamos descubriendo que nuestros BIENESTAR personal depende, en gran medida, de nuestro acercamiento y de nuestra colaboración para disminuir el sufrimiento, la desigualdad, la violencia, la prepotencia, el endiosamiento, el dogmatismo, la mentira y la vana-gloria.
Otro abrazo.
José Antonio