Una cosa es que la ley electoral no pueda ser totalmente proporcional para permitir la representación de las provincias y cierta estabilidad.
Pero otra muy distinta es que lleguemos a situaciones como esta (o como la de Izquierda Unida, que necesitó 300.000 votos por escaño) que son totalmente injustas e insostenibles.
Curiosamente esta ley electoral sólo beneficia a PP y PSOE.
Julio Anguita