Las motivaciones son hasta ahora claras. Lucha por un asiento cueste lo que cueste dando la espalda a los verdaderos problemas de los españolitos de a pie.
Unos apelarán a la responsabilidad política para mantener el poder.
Otros verán el caballo de Santiago negro con tal de arrebatar el poder.
Otros se venderán a independentistas por un misero sillón, sin darse cuenta que derriban parte de su casa, amparándose en nuevas transiciones que realmente poco importan.
En definitiva, lucha por llevárselo calentito a costa del bolsillo de los de siempre, para poder enriquecer, favorecer y proteger a los que más tienen. Lo que viene siendo la historia de la humanidad.
No debemos asustarnos.
Sebastián Conde
