Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. La sesión más corta de las preliminares -siete grupos, a causa de la retirada de la chirigota de Camas 'Una chirigota encubierta'- vino a confirmarlo y regaló a los aficionados algo más de cinco horas de puro Carnaval, con momentos para todos los gustos: de las risa con el coro de Guimerá al pellizquito del Sheriff; de la calidad musical y potencia de los Carapapa al humor gamberro del Cascana; de la reivindicación de Raúl Villanueva a la copla directa y valiente de Nene Cheza. Todos ellos nos brindaron una sesión de mucho nivel, breve pero intensa.
Todo comenzó de la mano del divertido coro de Guimerá, que sacó todo el partido a su ocurrente tipo de cantantes de Eurovisión. A la espera de mejores letras en próximos pases -especialmente en cuplés- se ganaron al Falla gracias a su buen humor. De la misma manera agradaron al respetable ‘Los arqueros’ de Nene Cheza, con un repertorio de tono muy crítico y combativo interpretado con suavidad y sin excesivas estridencias.
La noche continuó in crescendo con la aparición sobre las tablas del crucero del Sheriff y el Toté, una divertidísima propuesta que conquistó al Falla con sus golpes. Sin olvidar, claro está, el característico pellizco del pasodoble que nos brinda cada año el autor, una maravilla irresistible para cualquiera que sienta esta fiesta. Entre emoción y risas -muchas- transcurrió la brillante actuación de una chirigota que siempre destila buen humor. Así, todo es más fácil. Cerró la primera parte la comparsa ‘El profeta’, con mucho que mejorar.
Ni el descanso fue capaz de enfriar los ánimos de un teatro que esperaba impaciente el reencuentro de la comparsa de los hermanos Carapapa con el Gran Teatro Falla tras dos años fuera del Concurso. Por fin llegó y, como no podía ser de otra forma, los autores dedicaron su primera letra a explicar su ausencia desde 2013. Reconocieron que “fueron a buscarse la vida lejos de nuestras fronteras”, hastiados de un Concurso que no era el que querían. Críticas para el Patronato, el anterior equipo de Gobierno y para los compañeros y aficionados que les atacaron por su marcha. Con todo, el Falla celebra su vuelta al “Concurso de la hipocresía”. A la espera de letras más potentes en las rondas vitales del certamen, buena puesta de largo de la comparsa, con una excelente música y un grupo potentísimo, aunque a veces demasiado estridente. Todo es cuestión de gustos, claro.
Dos grupos más para despedir la noche, empezando por la digna comparsa portuense de Raúl Villanueva. A destacar un acertado primer pasodoble en el que reclamaron soluciones para la Escuela de Hostelería de Cádiz. Para rematar, la guasa y poca vergüenza gaditana del Cascana y su chirigota, que combinó golpes de genio con otros no tan buenos. Pero que nunca nos falte su frescura.
Leído en Diario de Cádiz
