El primero de mayo es la fiesta de los trabajadores.
Es motivo de celebración en tanto que se trata de una reivindicación de los
avances que conseguimos gracias a la unión de y entre los trabajadores y la
solidaridad de todos los trabajadores.
No podemos olvidarnos del origen de este histórico
día. Resulta obligado rendir homenaje a los mártires de Chicago que se jugaron
la vida en la huelga general de 1886 que se entrara en vigor la Ley Ingersoll
que establecía la jornada de 8 horas. Así las cosas, la huelga fue un rotundo
éxito, a pesar de todos los intentos de desestabilización que los poderes
económicos y políticos pusieron a funcionar para impedir el avance de la fuerza
de los trabajadores.
En este 1 de mayo de 2016 necesitamos más que nunca
una unión más fuerte incluso que en las mejores épocas del movimiento obrero
organizado. La situación de emergencia social lo está demandando. Los datos
hablan por sí solos en términos de desigualdad, paro y exclusión social.
Los responsables de estas políticas son todos
aquéllos que han estado estos años gobernando a las órdenes de Ángela Merkel y
la Troika: PSOE y PP. Ellos, aliados de los mandatarios del IBEX 35 y sus socios en la Troika, han hecho todo
lo posible que para los ricos sean más ricos y los pobres más pobres aplicando
estrictamente una política de recortes.
Para Pepe Carrasco “el actual sistema económico
impulsado por el PSOE y PP han provocado y provocan que existan casi seis
millones de parados, que generan desahucios; que permite que los inmigrantes se
hayan quedado sin sanidad; nuestros niños tengan una educación pública entre
las peores valoradas de los países de nuestro entorno; que nuestros abuelos
tengan que hacer frente a mantener a sus familias con sus pensiones que no
alcanzan los 700 € de media; nuestros mejores cerebros teniendo que emigar y
exiliarse para encontrar un futuro que este gobierno les impide, en un día de
reivindicación como es el 1 de Mayo no podemos olvidarnos”.
A todos esos colectivos, desde Izquierda Unida Casares, nos dirigimos. Nos dirigimos para decirles que no están solos; que no se queden resignados en casa. Estamos con vosotros porque somos vosotros. Ya sabemos que ellos no nos representan. Construyamos entre todas y todos un país que sea digno para nuestro presente y para el porvenir. Un país justo, solidario, sin privilegios para nadie, con una sanidad y educación pública de la que enorgullecerse, con un verdadero poder judicial independiente y en el que se pueda elegir democráticamente la jefatura del Estado. Un país verde, limpio, sostenible. Un país de naciones. Diverso y solidario. Laico y pacificista.
Porque venimos de muy lejos, sabemos que hay esperanza para construir ese nuevo país que tenemos en mente. Esperanza para hacer nuestra propia historia. Como dijo Salvador Allende: La Historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Nota de prensa de Izquierda Unida Casares