SAM Alonso...por Rafael Fenoy


Llegó, una vez cerrada Celupal, el Grupo Alonso, SAM, desde tierras valencianas. Con una fama precedida por condenas en sedes judiciales.  Vino de la mano de la Junta de Andalucía, con una serie de millones “bajo el brazo”, subvencionada para, según las hemerotecas, “crear puestos de trabajo”. Se habla de importantes cantidades, sobre 40 millones de euros. Los puestos de trabajo sobre 150. Y hay quien hace cuentas saliendo el puesto de trabajo creado, aunque de las condiciones nada se habla, a algo más de un cuarto de millón de euros. Si alguien hace números necesitaría la Junta de Andalucía subvencionar con 1 millón de euros la creación de cada 4 puestos de trabajo. Con casi 40.000 desempleados en el Campo de Gibraltar la cifra total sería diez mil millones de euros. ¿Barbaridad?. ¡Hay quien lo duda!

Añadida a esta alocada carrera, por subvencionar al grupo valenciano, en 2012  se otean posibles efectos negativos en la economía de la zona, para otras pequeñas empresas que venían dedicándose a la reparación y acondicionamiento de contenedores, que es la actividad principal del Grupo SAM. Ya se aventuraba la pérdida de 75 empleos directos y algunos cientos indirectos. Una posible jugada no difícil de imaginar: Con los recursos procedentes de la subvención hunde los precios, monopoliza el mercado y cuando interese, a vender y recoger beneficios, dejando el “tejido” empresarial del sector totalmente esquilmado.

La cosa no queda aquí ya que se relaciona a este grupo con vertidos tóxicos, en denuncias presentadas por ecologías. Más aún cuando tienen la habilidad, quienes la dirigen, de crear un gran malestar en la plantilla de trabajadores. Desoyen las reclamaciones para adoptar las medidas de seguridad y se produce hace un año un trágico accidente, que está sometido a investigación judicial, ya que se presentó la oportuna denuncia. Y suma y sigue con el grupo SAM Alonso, que poco bueno parece haber traído y si mucha zozobra e intranquilidad. Hay quien formula su posible participación como accionista de la multinacional que explota la terminal de contenedores semi-automatizada y que en cualquier momento la zona sufra un “Delphi 2”, similar al nefasto escándalo que sigue trayendo cola en la bahía de Cádiz.  Posibles negocios redondos ante la más absoluta falta de control por quien da dineros de todas y todos a empresas multimillonarias.

Rafael Fenoy Rico

7 de abril de 2016
comentarios gestionados con Disqus

El Rincón de...

El Rincón de Contreras El Rincón de María El Rincón de Calvente El Rincón de Isidoro El Rincón de Gabriel El Rincón de Lupe El Rincón de Doncel El Rincón de Paqui
Comentarios recientes
TJD RECOMIENDA