“De momento se puede sostener, nos hemos reducido el sueldo todos los que trabajamos”, explica el director del centro Álvaro Álvarez, que asegura que “la actitud de los trabajadores de Montenegral es positiva porque trabajan más y ganan menos, sin bajar la calidad de la atención”.
Álvarez considera que en momentos de crisis no es momento de escatimar con los tratamientos de adicciones. “No entiendo la filosofía de la gente, no ha bajado el número de consumidores y adictos, sino al contrario con la crisis aumenta”, añade.
La Comunidad Terapéutica mantiene unas relaciones estrechas con la Coordinadora Alternativas, se financia con las cuotas de los pacientes y ayudas y subvenciones públicas y privadas, aunque no tiene ningún concierto con la Junta de Andalucía.
La asociación se inauguró el 15 de enero de 1991 y antes que ahora sufrieron una grave crisis en 1996 que hizo plantear el cierre de las instalaciones. Una fiesta en verano en Sotogrande fue la salvación en la que se implicó toda la urbanización. Levante Cultural se denominó y desde entonces se celebra todos los veranos con gran éxito.
Esta recaudación permite cada año realizar mejoras de mantenimiento cada año y también el aumento de las plazas. La de este mes de agosto volverá a ser especial ya que tendrá que servir para paliar el déficit con el que actualmente cuenta Montenegral.
Álvaro Álvarez destaca que las adicciones siguen presentes en la sociedad. “Ha cambiado la sustancia pero la enfermedad sigue ahí”, añade Álvaro Álvarez, quien recuerda que en los 90, los pacientes eran 100% heroinómanos o politoxicómanos. En el año 2000 cambió el perfil y la gente comenzó a consumir cocaína y comienzan a aparecer los transtornos mentales con las drogas de diseño. “Tuvimos que formarnos también para abordar mejor las enfermedades duales y especializarnos más porque muchas personas llegan con trastornos mentales y toman medicación”, apunta Álvarez, que junto a Javier Fernández son los dos psicólogos de la asociación.
Finalmente, el director del centro señala que actualmente, el perfil de los solicitantes no ha cambiado mucho, si bien han aumentado la adicción al alcohol, especialmente en los últimos cuatro años. “Antes eran alcohólicos mayores y ahora jóvenes con alcoholismo preocupante. Se cumplen las predicciones de las coordinadores cuando comenzó el botellón”, concluye Álvarez.
Fuente: europasur.com